El vino verde es un tipo de producción de vino de Portugal, característico por su frescura y juventud.
El vino verde, también conocido como vinho verde, es una variedad de vino de Portugal que tiene distintos tipos de productores. Se elabora en la región de Entre Douro e Minho, al noroeste de Portugal, un área que nunca se constituyó como región propiamente, pero que albergaba alrededor de 48 municipios.
Se trata de un vino que tiene tintes ácidos y puede ser ligeramente espumoso. Ideal para refrescar y tomarse durante el día. Es considerado un vino raro, pero a la vez es una opción muy ligera y accesible, así que si te interesa conocerlo, aquí te contamos algunos detalles al respecto.
Su nombre “vino verde” hace referencia a lo joven que es la uva con que se produce esta bebida, ya que apenas ha madurado.
Aunque puede ser un poco confuso, el vino verde no se llama así por su color ni por el color de sus uvas, sino por el paisaje siempre verde de la región de Portugal en donde se produce. Esto porque en esa zona llueve mucho y la vegetación se da muy frondosa durante todo el año. Sin embargo, el vino verde puede ser tinto, blanco o rosado. De estos tres tipos de tonalidades, la que más se encuentra comúnmente es la de vino blanco. En estos casos, los vinos verdes de tonalidad blanca suelen tener colores cobres y reflejos verdosos, aunque, de nuevo, un tinto también puede ser verde. Es un poco confuso, pero fácil de explicar si te preguntan.
Más allá de su tonalidad, este tipo de vino siempre tendrá algunas características que aportan los suelos y el clima de la región en donde se producen. Por eso, serán frescos, con acidez marcada y con burbujas en algunos casos.
Se produce a lo largo de toda la Costa Verde portuguesa, pero cerca del 10% de la producción es exportada. Los principales destinos de esta bebida son Francia, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Angola y Reino Unido.
Todos los vinos se pueden recomendar para acompañar cierto tipo de alimentos. Cuando se elige el mejor vino para maridar con ciertos platillos, los sabores de la comida y la bebida pueden destacar significativamente. El vino verde se recomienda para acompañar mariscos. En especial pescado. También se recomienda chiles en nogada, para darle su toque mexicano.
Algunas personas recomiendan el vino verde para antes de comer, como aperitivo.
Debe servirse frío, a una temperatura de 8 a 10ºC de preferencia. Esto sobre todo se aplica cuando el vino verde es blanco, pero si es tinto puede ser a unos 15ºC.
El vino verde no suele tener una graduación alcohólica muy fuerte, sino que es un poco inferior a la de otros vinos europeos. Lo suyo son más las notas frutales. En algunas etiquetas se anuncian tintes de pera y manzana, por ejemplo.
Las primeras reglamentaciones sobre el vino verde aparecieron a inicios del siglo XX, cuando se habló por primera vez sobre la región del vino verde. Estas regulaciones han evolucionado hasta lo que tenemos hoy en día. Actualmente abarca nueve subregiones: Amarante, Ave, Baião, Basto, Cávado, Lima, Monção, Paiva y Sousa.
El vino verde se suele hacer a escala doméstica. El vino sufre una pequeña fermentación maloláctica que le hace tener unas trazas de gas carbónico en la botella (aguja). A veces se le inyecta de forma artificial dióxido de carbono, para que el vino tenga algo de textura y sea más divertido.
En México llega una selección de vino verde muy buena, pero si no encuentras el que más te guste, también hay algunos vinos blancos nacionales que podrían parecerse un poco en sabor, color y textura.
Con información de GQ