La ley ahora será enviada al gobernador demócrata Ralph Northam, quien dijo que la aprobará, convirtiendo a Virginia en el 23vo estado en poner fin a las ejecuciones.
La mayoría demócrata de Virginia, en control de la Legislatura durante un segundo año, presionó para su revocación argumentando que la pena de muerte se ha aplicado de forma desproporcionada a personas de minorías étnicas, enfermos mentales e indigentes. Los republicanos expresaron su preocupación hacia las víctimas y sus familiares, afirmando que hay crímenes tan atroces que los perpetradores merecen ser ejecutados.
Ambas cámaras de la Legislatura aprobaron leyes de revocación separadas a principios de mes. El lunes, el Senado aprobó la ley de la Cámara de Representantes que será enviada a Northam con 22 votos a favor y 16 en contra. La senadora republicana Jill Vogel se unió a los demócratas de la cámara para votar a favor. Horas después, la Cámara de Representantes votó para aprobar la versión del Senado, idéntica a la propuesta de la Cámara de Represntantes, con 57 votos a favor y 43 en contra.
Históricamente, Virginia ha implementado la pena de muerte más que cualquier otro estado, ejecutando a casi 1.400 personas desde sus días como colonia, según el Centro de Información sobre la Pena de Muerte. Desde que la Corte Suprema federal reinstaurara la pena de muerte en 1976, Virginia, con 113 ejecuciones, sólo está atrás de Texas.