Más de uno habrá pensado que darle una manzanilla o una tila bien calentita a su hijo puede relajarlo, e incluso calmar sus cólicos. Pero no podría estar más equivocado.
“Las infusiones pueden ser tóxicas en los primeros meses/años de vida del niño, hay que evitarlas”, advierte el Dr. Marcelo Andrade, pediatra del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, quien insiste en que los principios activos que contienen las plantas pueden causarles distintas dolencias, de más leves a más graves. “Pueden provocarles una insuficiencia hepática, hemorragias, convulsiones, vómitos, acidez, alteración de la conciencia, deshidratación, etc. Dependerá de la hierba que se use, ya que sus componentes activos cambian”, aclara.
Esto se debe a que los niños pequeños aún no tienen bien desarrollados los órganos, lo que les impide metabolizar correctamente los principios activos de las plantas. Sin embargo, hay algunas empresas que comercializan infusiones dirigidas al consumidor infantil. “Estas suelen estar dosificadas para evitar problemas, pero tampoco son recomendables. Gran parte de su composición es puro azúcar”, señala Beatriz Robles, licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
Existen varios casos prácticos que permiten entender por qué los expertos desaconsejan que los más pequeños tomen estas bebidas. En el informe Hepatotoxicidad y consumo de productos de herboristería en la población pediátrica, redactado por varios especialistas en pediatría de distintos centros hospitalarios de España, se presentan cuatro episodios de hepatotoxicidad por productos naturales en niños y se analizan sus características epidemiológicas y clínicas.
Los niños pequeños aún no tienen bien desarrollados los órganos, lo que les impide metabolizar correctamente los principios activos de las plantas
En todos ellos los padres habían dado infusiones a sus hijos, sin la aprobación y seguimiento de un especialista, con la intención de combatir dolencias como el estreñimiento, o incluso para aliviar los cólicos del lactante.
Botulismo infantil
Dar infusiones a niños pequeños, además, puede aumentar las posibilidades de que estos padezcan botulismo infantil, que puede causar desde estreñimiento e inapetencia a disminución progresiva de los movimientos, pérdida de la expresión facial, llanto débil, disfunción en la deglución y parálisis oculares, entre otros.
“Al menos hasta que cumplan los 12 meses, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) desaconseja completamente que los niños tomen infusiones, porque pueden presentar esporas de Clostridium botulinum”, advierte la tecnóloga de alimentos Beatriz Robles.
Por el mismo motivo, la AESAN tampoco recomienda en estas edades la ingesta de alimentos como la miel, el jarabe de maíz, los preparados deshidratados para lactantes y los cereales. “La miel es la que con mayor frecuencia aparece como responsable en los casos de botulismo infantil”, señala la agencia en un informe.
Al menos hasta que cumplan los 12 meses, la AESAN desaconseja que los niños tomen infusiones
Beatriz Robles
Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos
Sin embargo, Andrade señala que el botulismo puede darse por distintos motivos, y que en teoría las hierbas de las infusiones no deberían de ser la causa. “Son las infusiones en sí las que no son recomendables”, insiste el experto, quien añade que los niños pueden reaccionar negativamente a los principios activos de las plantas hasta los 3-4 años. Por el contrario, el riesgo de botulismo infantil suele desaparecer cuando se cumplen los doce meses.
Teína
Aunque no está presente en todos los preparados de hierbas, no es extraño encontrarse con infusiones que contienen teína. Para quien tenga dudas, la teína del té y la cafeína del café son la misma molécula, pero se le cambia el nombre en función del alimento en el que se encuentre. Lo único que varía es la cantidad que presenta cada bebida.
“A nadie se le ocurriría darle a un niño de dos, cuatro u ocho años un café expreso bien cargadito, pues tampoco le podemos dar un té con limón para ver si le sienta bien para el estómago”, advierte la