El Gobierno de Biden enfrenta intensas críticas de los sectores progresistas estadounidenses por haber realizado ataques aéreos en el este de Siria, aparentemente dirigidos contra milicias respaldadas por Irán. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos con sede en Londres informa que al menos 22 personas murieron en los ataques.
El Pentágono señaló que se trató de una respuesta a recientes ataques con cohetes contra las fuerzas estadounidenses en el norte de Irak.
Hace más de un año, el parlamento iraquí aprobó la expulsión de las tropas estadounidenses, orden que tanto el Gobierno de Trump como el de Biden ignoraron. “Muy rápidamente, el Gobierno de Biden está cayendo en las mismas viejas prácticas del pasado, responder a esto y aquello sin ninguna estrategia clara que realmente nos permita retirarnos de los distintos conflictos y allane el camino para una diplomacia mucho más productiva”, afirma Trita Parsi, vicepresidente ejecutivo del Instituto Quincy.
También hablamos con el legislador de California Ro Khanna, quien sostiene que los recientes ataques aéreos ordenador por el presidente Biden en Siria carecían de respaldo legal. “Este no es un caso ambiguo. Las medidas del Gobierno son claramente ilegales según el derecho estadounidense y según el derecho internacional”, afirma Khanna.