En China, el problema no parecer ser el desabastecimiento de vacunas. Más bien, con el brote de covid-19 mayormente bajo control en su país, no hay gente suficiente que quiera vacunarse.
Las autoridades sanitarias chinas pidieron el domingo a la población que se vacune. También advirtieron que la vacunación no es una garantía contra los contagios, de modo que mantendrán la cuarentena de 14 días para las personas llegadas a China aunque estén vacunadas.
Hasta el sábado se habían administrado casi 75 millones de vacunas, según la Comisión Nacional de Salud china. El número de personas vacunadas sería menor porque algunas habrían recibido dos dosis.
China, con una población de 1.400 millones, tiene una tasa de vacunación mucho menor que la de otros países.
“Mucha gente piensa erróneamente que vacunarse no tiene sentido práctico porque la situación epidémica está bajo control efectivo y el virus está muy lejos de nosotros”, dijo en la misma conferencia de prensa He Qingua, miembro de la Comisión Nacional de Salud.
Advirtió que nadie es inmune a la enfermedad y que, dado que la pandemia sigue asolando otras partes del mundo, los casos importados podrían provocar brotes en China.