México está registrando una importación masiva de vehículos pesados “chatarra”.
El diagnóstico de ésta problemática revela que el fenómeno de la importación de vehículos usados se genera por una normativa asimétrica con EU, falta de apoyo de la banca de desarrollo, incertidumbre por el diésel UBA y la inexistencia de una política de financiamiento agresiva.
Todo ello está golpeando a una industria que es un éxito a nivel internacional por el volumen de exportaciones que realiza.
Este sector es el sexto productor a nivel mundial; es el exportador número uno de tracto camiones; y es el cuarto exportador de vehículos pesados de carga.
Pero con el tiempo, se está convirtiendo en farol de la calle y oscuridad de su casa.
La voz de alerta la emite la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT). Los datos son elocuentes.
En el primer bimestre del año 2021, el número de vehículos pesados usados creció 16.9%. Sumaron un total de 1,922 unidades; es la cifra acumulada, de enero a febrero, más alta desde 2014.
El contraste entre la importación de vehículos chatarra y los que se producen y venden nuevos, en México, es aterradora.
Las ventas al mayoreo y la producción de vehículos nuevos cayeron 8.2% y 19%, respectivamente, mientras que la importación de vehículos chatarra que son contaminantes e inseguros, incrementó casi 30%.
El presidente ejecutivo de Anpact, Miguel Elizalde acusa que México registra una “asimetría normativa” con EU y en el contexto del acuerdo comercial, se convierte en una desventaja para los productores nacionales.
El problema se origina en un cóctel de factores entre los que están: la incertidumbre para renovar la flota, la carencia de incentivos adecuados, el inexistente apoyo de la banca de desarrollo y la falta de diésel UBA.
El problema está afectando a todos los segmentos del mercado: autobuses, camiones y tractocamiones.
Las importaciones de unidades chatarra destinadas al pasaje a diésel, por ejemplo, incrementaron 103.2% mientras la venta de unidades nuevas en este mismo rubro disminuyó 23.5% durante el mes pasado”.
Elizalde pide que se revise la normativa para eliminar las importaciones masivas de vehículos usados. Debe homologarse a estándares mínimos de calidad para la importación de EU.
Es indispensable -dice el dirigente gremial- evaluar y resolver la discrepancia que existe entre la NOM-044 de la Secretaría de Medio Ambiente y la disponibilidad real de combustible DUBA en todo el territorio nacional y, de esta forma, adecuar la vigencia de la norma.
También aboga porque el equipo de la Jefa del SAT, Raquel Buenrostro, investigue si en la importación de vehículos usados se está incurriendo en subfacturación porque de ser así, los que lo hacen están cometiendo fraude fiscal.
Lo cierto es que del conjunto de elementos que refiere Elizalde, queda claro que el problema de este fenómeno de importación de vehículos pesados chatarra se origina en temas completamente locales.
Puede afirmarse que por inacción o por falta de atención, México se está disparando un balazo en el pie.
Pero la principal papa caliente la tiene que resolver la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier.
Veremos si tiene la fuerza y el tino para lograrlo.
Atisbos
FUERA.- México quedó fuera de una lista de 25 países más atractivos para la inversión a nivel mundial, debido a su lenta recuperación económica y a las malas señales que han enviado iniciativas de gobierno como la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica y la propuesta para restringir la subcontratación de trabajadores.
El reporte Índice de Confianza de la Inversión Extranjera Directa 2021, elaborado por la empresa consultora AT Kearney, señala que el país obtuvo un puntaje de 1.60 en 2021, mejor que el de 1.52 del año pasado; pero no fue suficiente para que México quedara entre los países más interesantes para atraer capital extranjero en proyectos productivos.