En la grilla de partida, la jefa de equipo Tamara Vital acaricia el techo del Chevrolet blanco, con el número 31 grabado en el parabrisas, y suplica al cielo. A su lado, la mecánica Agustina Carreira, con manchas de grasa en la mano, le da instrucciones a la piloto Rocío Migliore ante del inicio de una carrera histórica para ellas y para el automovilismo en Argentina.
Las tres son parte del Vitarti Girl’s Team, el primer equipo íntegramente femenino que participa de una competencia nacional, la Top Race Junior, y que en su debut el último domingo se subió al podio en el autódromo Oscar y Juan Gálvez de Buenos Aires.
Aunque el automovilismo es un deporte que permite la competencia entre hombres y mujeres, es poco frecuente verlas en los boxes revisando motores, ajustando neumáticos y analizando los tiempos de las pruebas.
“El automovilismo es inclusivo desde que se fundó, pero no se le daba mucha posibilidad a las chicas que trabajaban en la parte técnica. Nos llevó a crearlo con ese sentido, para demostrar que ellas también tenían un lugar dentro del automovilismo”, dijo a The Associated Press Vital, la fundadora del equipo y la encargada de dar con los auspiciantes para financiar la iniciativa.
Vital, de 27 años, lleva tatuado la firma del quíntuple campeón de Fórmula Uno, Juan Manuel Fangio, a quien nunca vio correr, pero del cual aprendió a través del relato de su padre durante las carreras a las que lo acompañó desde muy pequeña.
“En general, la mujer siempre quiere hacer todo perfecto, estar en todo el detalle y creo con eso tenemos ventaja, creemos que no se nos puede escapar nada”, opinó. “Siendo mujeres referentes hoy podemos incentivar a muchas más mujeres a que se animen”.
En los boxes del Vitarti Girl’s Team, el grupo de ingenieras y mecánicas, vestidas con remera negra y pantalón rosa florecente, cargan combustible, revisan por enésima los motores y miden la presión de los neumáticos de los dos coches del equipo, que promedian una velocidad de 215 kilómetros por hora.
Aunque los nervios por el debut pueden ser traicioneros, entre ellas prevalece la camaradería. Cada una tiene su rol, pero intercambian opiniones constantemente. El mate, típica infusión argentina, y los bizcochos las ayudan a engañar el estómago durante largas horas de trabajo.
“Esta es la primera carrera que debuto como mecánica”, comentó Carreira, de 23 años, que aprendió de su abuelo el oficio de chapista y luego se capacitó en electricidad y la mecánica, dos especialidades que culturalmente se consideró masculinas. “El único lugar donde no enfrenté prejuicio fue en esta carrera”.
En el último quinquenio, Argentina ha sido escenario de masivas movilizaciones de mujeres contra la violencia machista que presionaron para que los temas de género se convirtieran en un eje central de la agenda social. La legalización del aborto a fines de 2020 fue un hito de este proceso de cambio, que también impactó en el deporte.
En 2019 se profesionalizó el fútbol femenino y un año después una mujer trans fue autorizada a jugar en un equipo de la máxima categoría.
“Es un laburo (trabajo) que puede hacer cualquiera”, enfatizó Carreira sobre la mecánica. “Si las chicas quieren animarse a hacerlo que lo hagan, lo que no se puede hacer de fuerza, hay palancas y herramientas”.
La ayuda de colegas hombres no está vedada y se acercan a los boxes para colaborar con ellas.
“Cuando estás en pista algún ‘toquecito’ (embestida) puede pasar, pero no pasa de eso”, bromeó Vital. “Todos son super buen onda, sino hoy no estaríamos acá”.
En la previa de la carrera, la jefa del equipo se focaliza en las calcomanías de los auspiciantes, pocos comparados con los equipos de hombres. “Nos llevamos una desilusión con empresas femeninas”, lamentó. “Hacen mucha publicidad en tele bancando el rol de la mujer, pero no se lleva a cabo después a la hora de apoyar. Creemos que las podemos representar de gran manera”.
Vitarti Girl’s Team tiene presupuesto para correr otras dos fechas del calendario, reveló.
En el debut, el equipo lideró la carrera con la piloto Rocío Migliore, de 22 años, que partió octava. En la última vuelta, una maniobra equivocada la privó del triunfo. “Por mi inexperiencia lo perdí”, lamentó la joven, que corrió por primera vez en una categoría nacional.
Sus compañeras de equipo la abrazaron y lloraron. La carrera para ellas recién comienza.
La corresponsal en Buenos Aires Débora Rey contribuyó con este reportaje.