Dinero maldito
No es que siga apareciendo más dinero de Carlos Loret de Mola, quien está lejos de ser un potentado. La novedad es la columna de Darío Celis, este sábado en El Financiero. Da a conocer muchos más detalles acerca del financiamiento del sitio de internet en el que colabora Loret —y Brozo también—.
Lo que dice Celis es lo siguiente:
1.- “La plataforma mediática Latinus, en un comunicado titulado ‘Al costo que sea’ el 30 de marzo, señaló que es binacional, basada en Delaware, y que está al corriente en todas sus obligaciones”.
2.- “Tambien advirtió que si el gobierno de la 4T los quería investigar, ‘inicien gestiones en los Estados Unidos para hacerlo’…”.
3.- “La 4T sí investiga el origen de los recursos de Latinus, que vendrían no tanto de la publicidad o los patrocinios tradicionales, como sucede con el grueso de los medios”.
4.- La UIF, dirigida por Santiago Nieto, ha “detectado millonarias transferencias de empresas que reciben recursos públicos del gobierno de Michoacán para temas de salud”.
5.- “Salud Integral y Samedic son dos empresas estratégicas en ese entramado. La primera recibió el año pasado más de 115 millones de pesos y la otra, en tan solo un par de años, más de 420 millones”.
6.- El SAT, que encabeza Raquel Buenrostro, “ya está indagando a funcionarios públicos de gobiernos estatales que asignaron dichos contratos”.
7.- El problema de Latinus, “más alla del periodismo que realiza, es ¿de dónde vienen sus recursos?”.
En el mejor de los casos, el problema es gordo
Inclusive si se tratara de recursos perfectamente legales —lo que está por verse—, lo cierto es que estamos hablando de un sitio de internet financiado con dinero político que, evidentemente, nació con la única intención de proteger un negocio de comercialización de medicinas de la familia de Roberto Madrazo.
Es decir, no ha sido la de ellos una inversión con fines estrictamente periodísticos.
Recordemos que los primeras grandes revelaciones que hizo Loret tuvieron que ver con temas médicos, como la denuncia —risible— de que en los hospitales públicos el personal usaba caretas de soldador o de albañil para protegerse del coronavirus.
No es lo más ético iniciar un negocio informativo con propósitos distintos a los del periodismo.
A ti te lo digo, Junco; entiéndelo tú, Pancho
Llegué ayer a un Monterrey verde y en llamas. Por numerosas razones, desde hace años no resido en mi ciudad, que me encanta, a pesar de sus tantos problemas.
¿Monterrey verde? Afortunadamente es su nuevo color en la pandemia. ¿En llamas?
Cuando bajé del avión —¿masoquismo típicamente regio?— experimenté una enorme felicidad cuando me golpeó en todo el cuerpo el tremendo calor de 40 grados de la bellísima Sultana del Norte. ¡En abril!
Otro pasajero dijo a su compañera, en plan de broma, “es el infierno, el mundo se va acabar”. Me dieron ganas de refutarlo y lo hice con aquello de “¡qué bonito es lo bonito!” que tantas veces le escuché a Luis Donaldo Colosio Murrieta, cuyo hijo, Luis Donaldo Colosio Riojas, busca la alcaldía de Monterrey como candidato de Movimiento Ciudadano.
¿Tiene Luis Donaldo posibilidades de convertirse en presidente municipal? Sí, desde luego, pero no ha asegurado nada y quizá, si se confía, podría llevarse una desagradable sorpresa: porque, según las encuestas, sobre todo las de El Norte —Reforma, en la Ciudad de México— está empatado con Francisco Cienfuegos, del PRI.
Lo preocupante para Colosio es —o debería ser— que muy probablemente no cuenta con un equipo de operadores electorales tan competente como el de Cienfuegos.
Pero no fueron las encuestas relacionadas con las elecciones de presidente municipal de Monterrey las que, evidentemente, molestaron al presidente López Obrador; a Andrés Manuel le parecieron cuchareadas las de gobernador o gobernadora de Nuevo León.
No lo dijo así el presidente de México en su mañanera, pero lógicamente es lo que le llevó a acusar a El Norte, propiedad de la familia Junco, de buscar imponer gobernador.
El más reciente estudio demoscópico de El Norte puso en primer lugar a Adrián de la Garza, del PRI; en segundo a Samuel García, de Movimiento Ciudadano; en la tercera posición a Clara Luz Flores, de Morena, y en la cola del pelotón al panista Fernando Larrazabal.
Entiendo el enfado de Andrés Manuel pero creo que su reproche, muy fuerte, no iba dirigido ni a El Norte ni a su propietario, Alejandro Junco.
Como todo el mundo sabe, son dos los medios de comunicación locales con influencia en la comunidad regia: El Norte/Reforma y Multimedios/Milenio.
Desde luego, ninguno de ellos tiene más relevancia que los medios verdaderamente grandes, como Televisa, pero esta empresa es nacional, y si bien participa en el debate político nuevoleonés, lo cierto es que es menos chismosa que El Norte y Multimedios.
¿A quién apoya El Norte? ¡A quien se le pegue la gana en función del humor con el que se levanten don Alejandro Junco y sus periodistas! A veces le dan mucho juego a Samuel —como hoy sábado—, pero en ocasiones se ven entregados a Adrián y no es raro que difundan más las actividades de Clara Luz que las de sus competidores. En El Norte el único al que no tragan es a Larrazabal.
En los medios impresos y electrónicos —radio y TV— de Multimedios las cosas son distintas. Este grupo mediático, propiedad de Francisco González, parece haber tomado partido por el priísta Adrián de la Garza.
Creo que fue a Pancho, no a Junco, a quien AMLO dirigió sus palabras de enojo de ayer viernes en la mañanera. Simple y sencillamente lo hizo para pedirle que sea parejo.
Era también un mensaje para empresarios que quizá no han cumplido sus compromisos con la campaña de la candidata de Morena.
Lo hizo Andrés Manuel, con la sagacidad que le caracteriza, de una manera indirecta, que a veces es la que más funciona. Los destinatarios ya entendieron lo que se les está exigiendo.
¿Ponen los medios a los gobernadores de Nuevo León?
Eso no ocurre aquí. Claro que no. Alejandro Junco más bien se pelea con ellos, desde que son candidatos. Pancho González, más listo, se pelea bastante menos con quienes despachan en el Palacio de Gobierno.
Como tiene toda la razón Andrés Manuel en su diagnóstico —Nuevo León ha tenido una mayoría de gobernadores corruptos e ineficaces—, quizá va siendo hora de que Pancho y Junco sean quienes los elijan. O que nombremos gobernador a cualquiera de ellos dos. A ver si ya salimos del lodazal. Porque de plano, en las votaciones, nomás no hemos podido elegir funcionarios competentes y decentes.
Ya se verá si este 2021 elegimos a la persona correcta.