Cifras del FBI indican que los crímenes de odio en Estados Unidos aumentaron de manera importante durante 2018 y 2019, prueba de ello es el caso de una mujer que admitió que atropelló a dos menores de edad por su origen étnico, esto en 2019.
Los hechos ocurrieron en Des Moines, Iowa, en diciembre de ese año, cuando una mujer de 43 años, identificada como Nicole Poole Franklin, atropelló a un menor de raza negra.
Durante el juicio en su contra, la mujer declaró que arrolló al niño de 12 años porque pensó era de ascendencia de Medio Oriente y pertenecía al grupo extremista de ISIS.
Minutos más tarde del primer incidente, la acusada admitió que con su vehículo golpeó a una niña latina, de 14 años, porque “era mexicana”; la menor estuvo al menos dos días hospitalizada por las heridas del atropello.
Nicole Poole fue detenida en una gasolinera cercana al lugar del incidente después de que gritó insultos raciales y lanzó objetos a un empleado y después a la gente.
Asimismo fue clasificada como “mentalmente incompetente” para ser juzgada después de decir que padecía esquizofrenia y estrés postraumático, pero luego se restauró su incompetencia, ya que se declaró culpable de los dos cargos de intento de asesinato y de violación a la Ley de Crímenes de Odio en Estados Unidos, por los que fue llevada a la corte.
Aunque la mujer recibiría una condena de cadena perpetua, los fiscales recomendaron que recibiera una sentencia de 27 años de prisión y que su condena sea cumplida a la par que la estatal.
Medios locales señalaron que desconocen si los cargos por delitos de odio serán retirados porque admitió su culpabilidad.