La Asamblea Legislativa de El Salvador, controlada ahora por el partido del presidente Nayib Bukele, Nuevas Ideas, destituyó este sábado a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Se trata de la primera acción tomada por el nuevo Congreso a solo unas cuantas horas de haber tomado posesión; los parlamentarios aceptaron con 64 votos a favor, 19 en contra y un ausente, destituir tanto a los jueces titulares como a los suplementes de una de las instancias judiciales que había emitido veredictos contrarios a las políticas del presidente Nayib Bukele.
Además, después presentaron una moción para la destitución del fiscal general, Raúl Melara, que fue también aprobada por mayoría absoluta.
La medida, permitirá a Bukele tomar control de los tres poderes del Estado, luego de que en las elecciones legislativas se hiciera con una mayoría absoluta en el parlamento unicameral de 84 escaños.
Medida, viola la democracia, dicen opositores
Los magistrados, cuya destitución votaron 64 legisladores oficialistas de los 84 diputados del Congreso, señalaron que la medida “viola la forma de gobierno republicana, democrática y representativa y el sistema político pluralista” establecido en el artículo 85 de la Constitución.
“Esto se debe a que, con una marcada intención de suprimir los controles efectivos hacia el Órgano Ejecutivo y Legislativo, incide negativamente en el control del ejercicio del poder que efectúa esta sala”, señalaron los magistrados en un fallo dado a conocer poco tiempo después de que se votó su destitución.
Señalaron que la labor de control es necesario “para la defensa y garantía del elemento sustancial de una democracia” y “para asegurar una democracia representativa compatible con la Constitución”.
Agregaron que “es una destitución que no está precedida por las garantías procesales necesarias para asegurarla”.
Los partidos que votaron la destitución fueron los oficialista Nuevas Ideas (NI), Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), Partido de Concertación Nacional (PCN) y Partido Demócrata Cristiano (PDC).
Otras reacciones han surgido ante esta decisión del Congreso salvadoreño, como el de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL) que condenó de manera enérgica la acción que tacho de “golpista” implementada por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, desde la Asamblea Legislativa en contra de la Corte Suprema de Justicia.
El presidente de la COPPPAL, Alejandro Moreno Cárdenas, expresó su preocupación por el autoritarismo con el que Bukele gobierna El Salvador, el cual violenta el Estado de Derecho y rompe el orden democrático, por lo que a nombre de los 69 partidos políticos progresistas latinoamericanos y caribeños de 30 países que la integran, hizo un llamado urgente a la Organización de las Naciones Unidas y a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que también condenen estas acciones y se adopten las medidas pertinentes para retomar en la nación centroamericana, la División y el Equilibrio de Poderes.
Advirtió que las instituciones salvadoreñas y el Estado de Derecho se encuentran en riesgo ante las muestras de autoritarismo del Presidente de la República, Nayib Bukele, por lo que demandó a los organismos internacionales actuar con determinación porque en El Salvador no sólo está en riesgo el equilibrio y la división de poderes, sino también la permanencia y la estabilidad de la democracia.
“Bukele actúa como un dictador, al cual no le importa la Constitución de su país. Hoy con la destitución de los magistrados y sus suplentes, tomará el control de los tres poderes del Estado, en una clara violación a la Constitución”, señaló Moreno Cárdenas.
En tanto, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, expresó al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, su “profunda preocupación” por la decisión de la Asamblea Legislativa de ese país al destituir a los magistrados y al fiscal general, Raúl Melara.