China suspendió el jueves su diálogo económico con Australia, intensificando una disputa iniciada cuando Canberra dio su apoyo a una investigación sobre el origen del coronavirus.
Las relaciones han caído a un punto no visto en décadas desde que Beijing bloqueó las importaciones australianas de carbón, trigo y otros productos. A pesar de las presiones, el primer ministro australiano Scott Morrison no ha cedido.
La suspensión del diálogo ocurre después que Australia, argumentando “razones de interés nacional”, canceló dos acuerdos que el estado de Victoria había firmado con la multimillonaria iniciativa de infraestructura regional llamada “Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda”. China advirtió en aquel entonces que tomaría represalias.
La decisión “indica un deterioro” de las relaciones pero es mayormente simbólica, estimó Caitlin Byrne, experta en relaciones internacionales australianas. Apuntó que los dos países no han sostenido encuentro alguno bajo el marco de dicho diálogo desde 2017.
“Es definitivamente una medida importante y simbólica, pero tiene un impacto limitado”, expresó Byrne, directora del Instituto Griffith de Estudios Asiáticos en la Universidad de Griffith.
China “suspenderá indefinidamente todas las actividades” del Diálogo Estratégico China-Australia, afirmó en un comunicado la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China, la agencia planificadora del gabinete.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China acusó a Australia de usar indebidamente “supuestas razones de seguridad nacional para restringir y suprimir los proyectos de cooperación económica y cultural”.
“Exhortamos a la parte australiana a abandonar esa mentalidad de la Guerra Fría y sus prejuicios ideológicos y poner fin a esta desquiciada represión de la cooperación entre China y Australia”, expresó el portavoz, Wang Wenbin.