La mezcla de vacunas contra el coronavirus en algunos países surgió de una mala planificación en la distribución de los tratamientos anti-Covid disponibles y se ha identificado que estas mezclas producen una reacción inmunitaria positiva, pero hasta el momento se desconocen los efectos adversos que podrían producir en la salud de las personas que han sido inoculadas.
Adolfo García-Sastre, director del Instituto Global de Salud y Patógenos Emergentes en el Hospital Mount Sinai de Nueva York, consideró que mezclar las vacunas no tenía que haber pasado y quienes lo hicieron fue porque no tenían una logista adecuada por las autoridades sanitarias locales, ya que la eficacia que ofrecen por sí solas no requiere de mezclas para aumentar su efectividad.
“Si hay necesidad de combinar vacunas es que no se ha planeado bien la logística y eso no tendría que haber ocurrido”, declaró el catedrático de medicina y microbiología, en una entrevista a “Diario Médico”.
El investigador, uno de los primeros en establecer modelos animales para estudiar el diseño de antivirales en contra del SARS-CoV-2, destacó que desde mitad del 2020 se sabía que las vacunas “funcionarían muy bien”, por lo que consideró que hubo tiempo suficiente para planificar una mejor distribución.
“Seguramente no cause problemas combinar vacunas, pero no sabemos ni el nivel de eficacia que va a tener ni los efectos adversos. Aunque no causara problemas, sí va a originar mucha confusión y los miedos que genere esto van a ser mucho más difíciles de desmentir porque no va a haber suficientes datos para desmentirlos científicamente”, argumentó el microbiólogo.
¿De qué trata la combinación de vacunas?
En la actualidad, el 5.9% de la población mundial ha sido vacunada. Mientras que en México, un 11.1% de habitantes ha sido inoculados completamente, de acuerdo con cifras de “Our World in Data”. Los esfuerzos por alcanzar la inmunización colectiva no cesan, desde que las jornadas de vacunación fueron inauguradas. En cambio, se suman, cada vez más, estrategias para proteger a la sociedad entera a través de la administración de viales.
Entre las estrategias más recientes se destaca la combinación de vacunas, basadas en distintas metodologías. En un principio, los especialistas temían los efectos que la mezcla de viales podría desarrollar.
Fue hasta la aparición de CombivacS, en abril de este año, un ensayo encargado de estudiar los beneficios de la combinación de vacunas, cuando los expertos señalaron resultados positivos.
Este proceso se ha dado a conocer como vacunación heteróloga, la cual consiste en la aplicación de una vacuna principal, seguida de la administración de una dosis de refuerzo, luego de ocho semanas.
Pese a que los estudiosos han asegurado que este método provoca gran eficacia, tan sólo se ha comprobado la fiabilidad que produce la combinación de los biológicos de Pfizer y AstraZeneca, denominada como “altamente inmunogénica”, según los investigadores españoles del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), quienes lideraron el trabajo.
Desconfían de la vacuna
La desconfianza creada en la población podría asemejarse a lo que pasó con la vacuna de AstraZeneca.
Este temor generalizado se sembró en la gente después que se identificara que era responsable de la aparición de episodios de trombos -coágulos de sangre- en algunas de las personas inoculadas con ella.
El científico adjudicó el recelo de la sociedad a la poca información que demuestra los beneficios del biológico.
“La reputación de AstraZeneca se desplom(ó) y que se vea como una vacuna que no es óptima cuando sí lo es porque puede tener el mismo impacto que otras vacunas, no tiene muchos efectos adversos y sigue siendo una ventaja usarla con respecto a no usarla”, aseveró.
Adolfo García apuntó que una de las dificultades que provocará la vacunación heteróloga serán los estudios de duración de la inmunidad, lo que se complicarán. Por ello, el investigador mencionó que hay otras formas en las que alcanzar que la vacunación sea posible para todas las regiones del mundo.
El especialista burgalés expresó que las alternativas para obtener una inmunización colectiva son el levantamiento de patentes, con el objetivo que las vacunas se fabriquen de manera local, así como que se aumente la producción de las farmacéuticas, que aseguren el acceso de los viales a las ciudades con menores recursos, donándolos o bajando su precio.