Los rescatistas lucen demacrados y exhaustos después de horas de trabajar bajo un calor sofocante en la difícil búsqueda de víctimas entre los escombros del derrumbado edificio de Surfside, Florida, que dejó hasta ahora nueve muertos y unos 150 desaparecidos.
Los 300 bomberos del condado de Miami-Dade, apoyados por refuerzos de todo el estado de Florida, se desplegaron tan pronto 55 apartamentos del complejo Champlain Towers colapsaron en la madrugada del jueves.
En ese amasijo de hierros y hormigón, las operaciones avanzan a paso demasiado lento para algunas familias de las víctimas.
“Parece lento, pero estamos avanzando lo más rápido posible”, dijo Maggie Castro, miembro de la Unidad de Búsqueda y Rescate Nº1 del Departamento de Bomberos de Miami-Dade, quien no obstante comprende la ira y la frustración.