Delincuentes vestidos como deportistas y ciclistas fuera de control se han convertido en un problema para los visitantes del parque Tangamanga I. Una médica sufrió varias fracturas, atropellada por un sujeto que circulaba como si el parque fuera velódromo.
El miércoles pasado, a las 6 de la mañana, y también ayer jueves, usuarios reportaron en redes sociales la aparición de sujetos en solitario que abordaban a las personas que llegan a hacer deporte, y con navaja en mano, amenazaban a sus víctimas para exigir la entrega de objetos de valor.
Una joven que acudió al parque para realizar algunos ejercicios, fue abordada por un desconocido que fingía hacer deporte, cubierto con una sudadera de capucha, semicubierta la cara; el tipo le exigió que no se moviera o de lo contrario la mataría.
De acuerdo al testimonio hecho público en redes sociales, la joven afectada corrió y alcanzó a llegar a la caseta de vigilancia, pero iniciar la búsqueda, el agresor ya se había retirado.
Y en uno de los percances más absurdos que pudieran ocurrir, una médica de 34 años de edad requirió atención en un hospital por fracturas de cráneo, luego de que un ciclista que circulaba a muy alta velocidad y en sentido contrario en el interior del parque Tangamanga 1, a las 6 de la mañana.
La doctora Araceli “N” acudió al parque como acostumbraba; un ciclista que circulaba a velocidad muy por encima del límite establecido de 20 kilómetros por hora en las vialidades, sin luces ni advertencias. La profesional de la salud sufrió 7 fracturas en el cráneo en los que incluye la órbita ocular, y por esa causa fue trasladada de urgencia a recibir atención médica especializada.
Quienes la conocen y difundieron el caso, precisan que ella iniciaba la atención a sus pacientes a las 8 de la mañana, pero en esta ocasión ya no llegó, “porque un irresponsable ciclista la embistió circulando en sentido contrario y sin alguna luz o medida de advertencia”.