Luis Miguel Franco, de 22 años, acababa de llegar de México, donde permaneció por dos meses, mientras entrenaba fútbol con el único objetivo de cumplir su sueño de convertirse en un futbolista profesional.
Miguel llegaba a la casa un amigo que vive en un callejón de la zona. Había arreglado con el joven para jugar un partido de fútbol, sacó su celular para llamarlo, pero en ese momento fue abordado por dos hombres que lo hirieron con un cuchillo para robarle el aparato.
Según las autoridades, el joven que fue herido dos veces con arma blanca en la región del tórax, ingresó a las siete de la mañana a la clínica Fosunab de Floridablanca y, pese a todos los esfuerzos médicos, murió a las 10 de la mañana.
Miguel había jugado en las divisiones menores del Atlético Bucaramanga y los técnicos y profesores lo recuerdan como un joven con gran potencial para el deporte.
”Jugaba de lateral derecho, tenía muchas ganas de salir adelante, tenía condiciones y ese sueño que tienen muchos futbolistas santandereanos que se van a otro país y él estaba en ese proceso y tenía la posibilidad de ir a jugar una liga en México”, indicó el técnico de fútbol Germán Wandurraga.
Desde la Policía Metropolitana de Bucaramanga trabajan en la identificación y observación de las cámaras de seguridad de la zona para dar con los responsables del crimen.