Enzo es un exrecluso del Penal Varonil de Santa Martha Acatitla, donde cumplió su sentencia de 26 años por homicidio; hoy está libre, con 70 años, una ingeniera en sistema, una maestría en Alemania, hablando cuatro idiomas y desempleado.
“El Colillas”, como lo conocen sus excompañeros de la cárcel pagó su condena tras perseguir y asesinar a los judiciales que mataron su hija.
Tras la rejas pudo dar clases de inglés a otros internos y entrar al centro de cómputo, donde aprendió a arreglar computadoras.
Gracias a ese trabajo es que logró que le redujeran su pena, pero en cuanto estuvo en libertad, inició otro infierno: no poder reinsertarse a la sociedad.
Su historia, se repita como la muchos, la prisión los marca y ahora no encuentra empleo por ser un exconvicto.