Kristina Öztürk y su esposo, el millonario Galip Öztürk, hicieron realidad un sueño que tenían en común: formar una gran familia, ya que ahora tienen 21 hijos. Esto fue posible debido a que contrataron a madres subrogadas.
Todo comenzó con la primera hija que tuvo la pareja, Victoria, que ahora tiene seis años. A partir de entonces gastaron 138 mil libras esterlinas (3,827,134 pesos mexicanos aproximadamente) para pagar a madres subrogadas. Los bebés que tiene la pareja van de los cuatro a los 14 meses de edad.
Ahora en casa cuentan con el apoyo de 16 nanas que trabajan de planta. Al año les pagan 67,700 libras esterlinas (1,877,514 pesos).
La madre de 23 años, originaria de Rusia, dice que siempre está rodeada de niños y hace “todas las cosas que las mamás normalmente hacen” y asegura que nunca se aburre.
Por su parte, la pequeña Victoria está maravillada con todos sus hermanitos, a quienes les lee y ayuda a alimentarlos.
Kristina aseguró a The Sun que ya no tendrá más bebés vía vientres subrogados, sin embargo no descarta embarazarse de nuevo en el futuro.
“Estoy planeando mi embarazo pero no inmediatamente, porque ahora necesito estar cerca de mis bebés… Es difícil ser mamá de 21 chicos cuando estás embarazada”, afirmó la joven mujer.
La historia de esta gran familia se hizo famosa en Instagram, red social en la que Galip, un turco de 57 años, dueño de la empresa Metro Holding, sube fotografías de su esposa e hijos. Al momento de la redacción de esta nota ya cuentan con más de 210 mil seguidores.
Galip ya tenía nueve hijos de previas relaciones; recientemente le reveló a Forbes que todos ellos viven y trabajan en Turquía. De modo que es padre de 30 hijos.
¿Cuál es la rutina de una madre de 21 hijos?
El día para Kristina inicia a las siete de la mañana, hora a la que ella se levanta, pese a que no existe la oportunidad de tener periodos largos de sueño.
Además, cada semana se acaban 20 paquetes grandes de pañales y 53 paquetes con fórmula para darle de comer a los bebés. Sin embargo ella no se arrepiente, pues dice que estaba consciente de las consecuencias de tener una gran familia.