La iniciativa para reformar al sector eléctrico nacional enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso, podría poner nerviosos a inversionistas y ‘espantar’ la inversión en grandes proyectos de infraestructura y energías limpias para la industria del cemento y el concreto, detallaron directivos y representantes del sector.
Ana Laura Burciaga, presidenta de la Asociación Mexicana de la Industria del Concreto Premezclado (AMIC), organización que representa a más de 800 plantas concreteras, señaló que al producirse cambios en las condiciones para la participación de empresas con proyectos de energías limpias, se impactará en la inversión y el trabajo de las empresas que forman parte de la organización como Cemex, Holcim, GCC, Cruz Azul, entre otros.
“Somos una industria que estamos preocupada, afortunadamente para nosotros el tema de costos para el acceso hacia la energía no es tan complejo. Donde a nosotros provoca un impacto es en la pérdida de la confianza de la inversión y en el impacto de la inversión y obra que llega de las instalaciones de las empresas de energía limpia”, señaló.
Agregó que a diferencia de la industria del cemento, los productores de concreto dependen directamente de la generación y compra de energía que se produce y comercializa a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sin embargo de aprobarse los cambios constitucionales se podría provocar un impacto en los planes de la industria para transitar hacia el uso de energías limpias para sus operaciones.
“Algunas plantas ya empezaban a trabajar con un poco de energía renovable y nuestra fuente, donde se cuida mucho la producción de la energía, es en nuestras plantas de cemento, que es donde se lleva mayor consumo. La producción de concreto sí llevamos un uso de energía, pero no es tan fuerte como el caso de la industria cementera”, señaló.
Retroceso en energías limpias
Analistas de instituciones financieras como Moody’s, BBVA y Citibanamex, advirtieron que la reforma para fortalecer la participación y atribuciones de la CFE en materia de energía eléctrica afectará la competencia, incrementará los precios para la industria, desincentivaría la inversión y provocaría un retroceso en los planes para generar al menos el 35 por ciento de energía por medio de fuentes limpias.
“Si bien el componente de electricidad en la inflación de los energéticos es bajo, no se puede ignorar el aumento de los precios de la electricidad y el efecto adverso para los consumidores que puede tener el aumento de la participación en el sector de una empresa poco eficiente. De implementarse la reforma, los precios aumentarán todavía más”, señaló Diego López, economista de BBVA.
Ante este escenario, empresas como Cemex se encuentran analizando el impacto que podría provocar este cambio regulatorio en la estrategia de la empresa para lograr reducir a una emisión neta cero de CO2 en la producción de cemento y concreto para el 2030 y 2050, a nivel mundial.
“Estamos trabajando con cámaras y asociaciones para informar o dar ofertas alternativas sobre las implicaciones potenciales de dicha ley, especialmente relacionada con nuestra agenda de acción climática”, apuntó Ricardo Naya, presidente de Cemex en México.
Cemex aclaró a inversionistas que solo el 30 por ciento de su suministro de electricidad proviene de la CFE y el resto es autoproducción, incluyendo fuentes renovables de energía. En tanto, la compañía se mantiene firme en su estrategia para lograr una reducción de hasta 40 por ciento en emisiones de CO2 en cemento y concreto y lograr las ‘cero emisiones netas’ hacia el 2050.
A nivel mundial, la industria del cemento y concreto trabajan, a través de la Asociación Global del Cemento y del Concreto (GCCA, por sus siglas en inglés), en las metas a alcanzar para 2050, por lo que se espera que en los próximos días se anuncien los acuerdos y el plan de acción que pueda seguir el sector en América Latina para acelerar el paso por la ‘ruta verde’.
“El concreto y el cemento siguen siendo esenciales y tienen una gran demanda, especialmente a medida que los gobiernos buscan reparar o renovar la infraestructura después de la pandemia. Vemos un futuro positivo y viable para el sector que contribuya a construir el mundo cero neto de emisiones”, dijo Thomas Guillot, CEO de GCCA.
Por otro lado, la producción de cemento en México alcanzó niveles superiores al 2019, previo al inicio de la pandemia, aun cuando la demanda de empresas y obras privadas se contrajera por las restricciones.
De acuerdo con cifras del INEGI y la Canacem, la industria cementera ha presentado un aumento de 17 por ciento respecto al año pasado y del 24 por ciento comparado con 2019.
con información de El Financiero