En San Luis Potosí como en otros estados o países no es una sorpresa ver seres humanos comportarse como personas irracionales como ejemplo el día de ayer..
Personas que entre carcajadas, golpes falta de empatía destroza todo a su paso, incluso con niños en los brazos, el salvajismo potosino es la muestra nacional de mediocridad deportiva y de indiferencia a los empresarios que con un enorme esfuerzo no han dejado de pagar penalizaciones por el nefasto comportamiento de quienes acuden a un deporte que debería ser familiar, Mantener el estadio Alfonso Lastras realmente en esta pandemia ha sido más que difícil y a eso sumarle las multas, los destrozos y la amenaza de un posible veto no hay quien no suplique un respiro.
Videos muestran a aficionados del San Luis y el América intercambiar gritos ofensivos, aventarse objetos y dañar una motocicleta en la vía pública, cuando una horda de americanistas se abalanzó contra potosinos: un hombre con sudadera y gorra negra, con el niño en brazos, derriba a un contrincante.
Está ves los hinchas del América fueron los responsables
En el vídeo se observa la provocación de hinchas de América hacia los seguidores de San Luis y ellos responden. Pero “si no es Juana es Chana ” ya sea el equipo de América, el del Querétaro, el de León, el del San Luis pareciera que la regla de oro es venir a perjudicar al deporte. A ese estadio que sobrevive de milagro a todas y cada una de las barbaridades que la gente que ni por error ama el deporte asiste para causar el mayor daño posible.
Y la defensa no es a los empresarios que pensamos que son un barril sin fondo de recursos. Ni es una nota mandada pagar o hecha a modo. La razón es una. No sabemos que responderles a nuestros niños cuando emocionados nos piden ir a ver a sus equipos favoritos. No podemos decirles que no es un lugar seguro, que un lugar que debiera ser para ellos no volverá a serlo nunca.
Si usted más que como potosino como aficionado a este hermoso deporte que debiera unir clases sociales, que le ha dado oportunidad a hombres en pobreza extrema ganarse un nombre con su esfuerzo. Los niños sueñan ser Messi, Ronaldo, El Chicharito, niños que tienen esperanzas de que el deporte también es una opción de ser alguien junto con la escuela. Tener fe, sentir que su corazón salta cuando ven ese gol de sus seres queridos no cambia su postura entonces no se extrañe cuando salga un jovencito y le pida su cartera por qué si algo les estamos enseñando a nuestros hijos es que es mejor pelear, golpear vandalizar que unirse buscando un poco de alegría.