Un ginecólogo en una localidad lejana podrá tomar imágenes del ultrasonido de un feto y enviarlas vía remota al Instituto de Perinatología para conocer el estado de salud del bebé antes de nacer, gracias a un software de inteligencia artificial que desarrollan la UNAM con expertos del Instituto Nacional de Perinatología y la UAM-Iztapalapa.
Fernando Arámbula Cosío, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS), titular del “Sistema automático para apoyo en la evaluación, clasificación y asignación de riesgos en fetos con alteraciones en crecimiento”, explica que este proyecto estará listo en 2022.
“La idea es, a través del análisis de imágenes, producir un diagnóstico. Por ejemplo, irrigación sanguínea en el cerebro fetal, con imágenes de ultrasonido dopler que miden directamente el flujo de sangre en el cerebro y el software lo analiza, se hace un estimado y se puede hacer una comparación del flujo normal contra algo anormal, que ya el experto o la experta recomendará”, detalló el investigador.
También una medición rutinaria para los ginecólogos a fin de determinar el tamaño del fémur a través del ultrasonido, puede ser analizado automáticamente por el programa. Lo mismo ocurre con la circunferencia craneal y el abdomen, que deben estar en un estándar para revelar crecimiento normal, pero si no lo están los expertos decidirán qué hacer, precisó.
Arámbula Cosío y su equipo desarrollaron algoritmos de inteligencia artificial que también pueden mejorar las imágenes de ultrasonido, varias de las cuales son difíciles de interpretar para mejorar la detección de los órganos, por ejemplo, el cerebelo.
El experto informó que desarrollan actualmente un algoritmo que pueda medir las contracciones del corazón del feto, para estimar si es sano, “se puede entrenar un algoritmo con contracciones normales y cuando grabamos el video de un nuevo feto y vemos que la curva se encoge y expande, podríamos detectar anormalidades respecto a la población normal”.
Por el momento, el experto y su grupo han desarrollado diferentes algoritmos que resuelven cada una de estas acciones, pero falta integrarlo y ponerlo en un solo sistema y un servidor único que tenga acceso remoto, además de la capacidad de procesar las imágenes para su análisis, aseveró Arámbula Cosío.
¿Qué se necesita para avanzar?
Cómputo de alto rendimiento. El especialista precisó que cada uno de los algoritmos que funcionan con inteligencia artificial requiere grandes capacidades de cómputo para hacer funcionar el sistema de manera correcta, por lo que les resultaría benéfico acceder a los servicios que se ofrecerán a través de la convocatoria Alianza.
A su vez, Fabián Romo Zamudio, de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC), -quien no participa en este proyecto-, precisó: pronto varios como éste serán apoyados con equipos de cómputo que la empresa privada Huawei donó a finales de 2020 a la UNAM para la creación de un nuevo Laboratorio de Docencia, Investigación y Desarrollo en Inteligencia Artificial y Ciencia de Datos.
Romo Zamudio precisó: “Con esta infraestructura, con apoyos, la experiencia de los investigadores y docentes universitarios, se pueden encontrar alternativas para problemas desde aspectos de salud, combate a la pobreza, a suministro de alimentos, atención a los retos del cambio climático. Hay muchas áreas en las cuales la inteligencia artificial puede apoyar al desarrollo humano. Ante todo, la UNAM reivindica su visión no solo tecnológica, sino humanista, al tener esa visión humana siempre y cómo puede beneficiar a la sociedad”.