Empleados de una fábrica de velas que quedó destruida por el tornado que impactó el viernes en Mayfield, Kentucky, aseguran que cuando escucharon las sirenas de advertencia quisieron abandonar el edificio, pero supervisores los amenazaron con despedirlos si se iban.
De acuerdo con la cadena NBC News, al menos cuatro empleados dijeron que los supervisores les advirtieron que serían despedidos si dejaban sus turnos antes de tiempo. Hasta 15 trabajadores rogaron a los gerentes que los dejaran refugiarse en sus casas, pero sus peticiones fueron denegadas. Algunos se fueron de todos modos.
En un principio, el gobernador Andy Beshear dijo que en la fábrica Mayfield Consumer Products, que fabrica velas aromáticas, podría haber unos 70 muertos, pues se tenía el reporte de que en el lugar había unas 110 personas al momento que impactó el tornado y muchas estaban desaparecidas.
Sin embargo, la empresa aseguró que sólo hay ocho personas desaparecidas, pues muchos empleados se fueron a sus casas.
Este lunes, Beshear dijo que confía en que los datos de la compañía sean ciertos. En todo el estado suman 74 fallecidos, y el gobernador estimó que la cifra crecerá.
McKayla Emery, de 21 años, contó desde su cama en el hospital donde fue trasladada que los empleados pidieron a los supervisores permiso para irse poco después de que sonaron las sirenas afuera de la fábrica, alrededor de las 17:30 horas del viernes.
Los supervisores y líderes de equipo respondieron que irse pondría en peligro sus empleos. “Si se van, lo más probable es que sean despedidos”, dice Emery que escuchó decir a los gerentes a cuatro empleados. “Yo lo escuché”, aseguró la empleada, quien prefirió quedarse y tratar de ganar un dinero extra.
En el turno nocturno, otras 15 personas pidieron permiso para irse, después de que sonó de nuevo la alarma de emergencia.
Otra empleada, Haley Conder, dijo a NBC News que los líderes de equipo les dijeron entonces que no podían salir porque era peligroso, y mantuvieron a todos en pasillos y baños. Una vez que pensaron, equivocadamente, que el daño había pasado, los enviaron a trabajar de nuevo, explicó Conder.
La empresa niega las acusaciones. “Es absolutamente falso”, dijo al medio Bob Ferguson, vocero de la firma. “Tenemos una política desde que empezó el Covid. Los empleados pueden irse en el momento que lo deseen y regresar al día siguiente”. Según él, gerentes y líderes de equipo realizan simulacros de emergencia, siguiendo los lineamientos de la Agencia Federal de Emergencias.