Los hijos del Chapo Guzmán mantienen una disputa larvada por el control del imperio del Cartel de Sinaloa. Son los “Chapitos”, cuatro poderosos hermanos y hermanastros que se encuentran al frente de la organización criminal en disputa con el Mayo Zambada, otro gran capo del narco mexicano y en su día socio principal del Chapo.
El otro contendiente es el tío de éstos, Aureliano Guzmán Loera, alias “el Guano”. De los más de diez hijos que tuvo el Chapo con tres esposas y otras mujeres, solo estos cuatro han ascendido al trono de la organización. Se trata de Joaquín, de 34 años, y Ovidio (28), Iván Archivaldo (39) y Jesús Alfredo, de 36.
De todos ellos el más peligroso sería Jesús, cuyo nombre apareció en la lista de los más buscados de la Oficina Antidrogas de Estados Unidos, la DEA, acusado de haber participado en operaciones para la introducción de cargamentos de droga en EEUU. Jesús estaría implicado también en la estrategia internacional de la organización y mantiene vínculos con bandas de Medellín.
De Ovidio, conocido como “el Ratón”, no han trascendido muchos datos. En 2019 fue acusado por el Departamento de Justicia estadounidense por conspirar para traficar cocaína, metanfetaminas y marihuana al vecino del norte.
Las autoridades mexicanas creen que Iván y Jesús son los operadores principales del cartel. En 2016 fueron secuestrados por el Cartel de Jalisco Nueva Generación en un restaurante de Puerto Vallarta, en Jalisco, pero posteriormente fueron liberados.
Los cuatro siguen siendo muy activos en el comercio ilegal de la droga, principalmente cocaína, marihuana y metanfetaminas que envían a Estados Unidos gracias a una enorme red contactos por toda la región. Pero el negocio no vive horas de paz. Desde que el padre fuera detenido y condenado a cadena perpetua, el clan familiar se enfrenta a una amenaza interna por el control del negocio con El Mayo, calificado por el agente de la DEA Mike Vigil como “uno de los narcotraficantes más astutos que haya engendrado México”.
Mientras los “Chapitos” controlan el trasiego de mercancías en Culiacán, el Mayo se ha hecho con las zonas rurales alrededor de la capital de Sinaloa. Durante meses, la disputa ha sido tal que se ha extendido a los estados de Baja California y Sonora. A los “Chapitos” se les unieron Los Salazar, que la revista Proceso describe como viejos colaboradores del cártel con base en Chihuahua. Liderados por Crispín Salazar y su hermano Adán Salazar Zamorano, dominan tres cuartas partes del territorio de Chihuahua en representación del Cártel de Sinaloa, incluyendo la frontera con Estados Unidos, a excepción de un corredor en la parte central del estado, que lidera el Cártel de Jalisco Nueva Generación, explica este medio mexicano.
Por su parte, Insight Crime asegura que “el Mayo” tendría problemas de salud debido a su edad y que lucha contra la diabetes. Otros expertos no descartan que el viejo Mayo sea perdedor en la guerra con los hijos del Chapo. “Cuando El Mayo eventualmente caiga, sea porque finalmente es capturado o abatido a la manera común del crimen organizado, puede que uno o más de Los Chapitos estén prestos a ocupar el primer lugar en el Cartel de Sinaloa por delante de cualquier otro”, asegura la citada web de investigación.
con información de La razón