Con apenas 13 años de edad, Juan Carlos “N” viajaba con Rogelio “N”, de 18 años, en un coche robado, fusiles de asalto y cartuchos útiles; fue atorado en las inmediaciones del ejido Pejelagartero.
De acuerdo a las primeras versiones, ambos son miembros de una célula de sicarios que opera en la zona al servicio de un grupo delictivo.
Fue a las diez de la mañana de este lunes cuando elementos castrense que realizaban un recorrido de persuasión en el corredor del huachicol, detectaron el coche Toyota, blanco, sin matrícula de circulación, en el cual circulaban.
Ambos quisieron huir abandonando la unidad, pero fueron copados por los militares.
En el automóvil –que tenía reporte de robo– fueron hallados dos fusiles, uno tipo maka 90 calibre 7.62, y uno calibre 22 con 56 cartuchos, además de 30 cartuchos calibre 72, y 32 unidades de 7.62. También mascaras y una tabla de madera, con la que se tortura a víctimas.
Trascendió que pertenecen a una célula que opera en los Pejelagartero, La venta, Palo Mulato, y de los poblados del C16 al C28, cuyas actividades además de vigilar el ingreso de las autoridades a las comunidades, era el de participar en levantones y ejecuciones.
Los detenidos, las armas, el coche robado y los artículos hallados en él, fueron presentados ante las autoridades competentes, además de turnar al menor ante la Fiscalía Especializada en Justicia Penal para Adolescente, donde se investiga en los delitos que pueda estar relacionados.