Un juez federal de Texas le impidió temporalmente a la Armada estadounidense tomar medidas contra 35 marineros que alegaron razones religiosas para negarse a ponerse la vacuna contra el COVID-19.
La decisión presenta un desafío para la decisión del secretario de Defensa Lloyd Austin de hacer obligatorio el ponerse la vacuna para todos los integrantes de las fuerzas armadas.
El mandato de vacunas permite ciertas excepciones por razones religiosas, pero hasta ahora ninguno de los pedidos por temas religiosos ha sido aceptado.
No hay indicio de que la orden vaya a afectar a ningún otro integrante de las fuerzas armadas aparte de los 35 marineros que demandaron a Austin y a la Armada. El Pentágono no respondió de momento a un pedido de comentario.
Más del 90% de los integrantes de las fuerzas armadas han sido vacunados, incluyendo por lo menos 98,5% de los miembros activos y de la reserva de la Armada.
Austin sostiene que las vacunas son necesarias para garantizar la salud e integridad física de los militares y sus familias, y para garantizar la eficacia de las fuerzas armadas.
En la decisión emitida el lunes, el juez Reed O’Connor escribió que al proceso que ha elaborado la Armada para considerar una solicitud de exención por motivos religiosos es defectuoso y equivale a “teatro”.
O’Connor, quien fue designado por el entonces presidente George W. Bush, escribió que los 35 marineros tienen derecho a negarse a poner la vacuna en base a su libertad religiosa y su libertad de expresión.
“Los miembros de la Armada en este caso están tratando de reivindicar los derechos que han sacrificado tanto para defender”, escribió O’Connor.
“La pandemia de COVID-19 no le da al gobierno licencia alguna para violar esos derechos. No hay una excepción a la Primera Enmienda por COVID. Los militares no están exentos de cumplir con nuestra Constitución”.
con información de AP