Miles de hectáreas de cultivo han sido arrebatadas por la delincuencia organizada y por particulares, aseguraron autoridades comunales de diferentes regiones purépechas. En tanto, el ex titular del Tribunal Agrario del distrito Morelia, Agustín Hernández González declaró a medios locales que hay temor de los campesinos de denunciar el despojo ante las autoridades agrarias, por temor a poner en riesgo su integridad y la de sus familias.
“No tenemos un registro del número de despojos, aunque ha sido público y notorio, como el caso de Aguililla, donde la presencia del crimen organizado es permanente”, apuntó Hernández González.
El pasado ocho de diciembre, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural estatal, Cuauhtémoc Ramírez Romero, señaló que en Aguililla los campesinos no han podido sembrar unas mil 200 hectáreas por la presencia del crimen organizado que ha bloqueado la carretera y brechas saca-cosechas. Mientras que los vecinos han denunciado despojos.
En Tepalcatepec, los productores pudieron cosechar –en la temporada pasada- unas 700 hectáreas de arroz, caña, limón y maíz, por la presencia de grupos armados. Lo mismo ha ocurrido en parte de Chinicuila, Coalcomán, y Buenavista, donde cientos de familias han sido desplazadas.
La Familia Medina Orozco, de la comunidad de Nuevo Zirosto, municipio de Uruapan, perdió a cinco de sus integrantes porque se negaron a pagar cuota por las huertas de aguacate, después fueron desplazados. En 2012, José Iván, el único hermano sobreviviente, recuperó 25 hectáreas (de 40) de la huerta El Guamúchil. Lo más grave fue que estuvieron involucradas, en este delito, autoridades de los tres órdenes de gobierno y la delincuencia organizada.
Asimismo, hace unos meses, autoridades comunales purépechas de Ocumicho, Zirahuén y Zicuicho siguen reclamando más de mil 500 hectáreas invadidas por empresas particulares donde han cambiado parte del uso del suelo para la siembra de aguacate, y también denunciaron falta de interés, oídos sordos y abandono por parte de las autoridades municipales y estatales.
El representante de bienes comunales de Ocumicho, municipio de Charapan, Federico Hernández Morales, denunció que les fueron invadidas más de 300 hectáreas por particulares que se dedican al cultivo de aguacate, y que a pesar de que llevan más de un año de haber interpuesto una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) por cambio de uso de suelo y una más ante la Fiscalía General del Estado (PGE) de Michoacán por despojo, no han recibido ninguna respuesta.
En tanto, la ex jefa de tenencia de Zirahuén, municipio de Salvador Escalante, Flor Árciga, comentó que se cambió el uso de suelo en más de mil hectáreas, luego de que algunos comuneros cedieron a particulares sus propiedades a precios ridículos, aunque no tiene validez porque requería el permiso de la asamblea comunal.
Todo este despojo, sin contar la tala clandestina que ha arrasado con los bosques de las regiones purépechas, del centro y del oriente del estado.
El 17 de enero de 2014, en la cabecera municipal de Tancítaro, grupos de autodefensa de la Tierra Caliente entregaron a los propietarios 25 huertas de aguacate que les fueron despojada por la organización criminal caballeros templarios. La superficie recuperada fue de 265 hectáreas.
Entre los afectados estaba la familia Cevallos, a seis de cuyos integrantes asesinaron para quitarles sus tierras. Alfonso, el único sobreviviente, comentó que el 27 de octubre de 2012 los criminales ultimaron a sus hermanos Adrián y Édgar. Casi un mes después a su padre Alonso y el 7 de diciembre de ese año a otro de sus hermanos y dos tíos.
con información de La Jornada