El Estado de México ocupó el primer lugar en casos acumulados de niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas entre enero de 2015 y septiembre de 2021, luego de registrar 12 mil 632.
Adriana González Veloz, directora de análisis de contexto de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), precisó que perfil de las desapariciones entre ese sector de la población se da entre los 12 a los 17 años, de complexión delgada y son estudiante y desaparecen entre las seis de la mañana y seis de la tarde, en su mayoría de manera voluntaria.
En la presentación del estudio “Desaparición de Mujeres Adolescentes, Niñas y Niños en el Estado de México y su vínculo con la Explotación Sexual o la Trata de Personas con ese u otros fines”, precisó que de 2015 a 2021 la mayoría de las desapariciones de niñas y adolescentes ocurrieron en mayo, y que los días fueron los lunes.
A su vez, Tania Ramírez, directora ejecutiva de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), dijo que “las desapariciones de niñas y adolescentes han cobrado relevancia en este país, tristemente después de décadas de impunidad y tristemente después de que con la guerra contra el narco, hubo una incidencia en este delito de lesa humanidad. Se continúa con una historia de impunidad, de invisibilidad, por lo que las desapariciones son una práctica cotidiana”.
Por su parte, la investigadora Javiera Donoso Jiménez destacó que las desapariciones de menores de edad en zonas urbanas del Estado de México están ligadas a la trata de personas y a los feminicidios.
“Las mujeres desaparecen porque fueron víctimas de un feminicidio o porque han sido víctimas de trata”, señaló.
Destacó que en ocasiones los niños son reclutados por el crimen organizado y estos, a su vez, invitan a las niñas.
“Particularmente se reclutan a hombres adolescentes a participar en negocios ilícitos y ellos a su vez invitan a las niñas o a las mujeres adolescentes, como novias, con la promesa de que serán parte del negocio o solamente como compañeras y eso las asocia directamente con la organización criminal, sin que necesariamente ellas están vinculadas”, expuso.
Dijo también que si esos jóvenes perciben que la niña o adolescente “está delatando a la banda criminal, es motivo suficiente para ser víctima de feminicidio. Muchas veces, estas niñas participan de las organizaciones criminales como cualquiera se asocia a cualquier actividad y ya estando dentro, se convierten en víctimas de explotación sexual, en víctimas para participar en actos ilegales y también en víctimas de feminicidio”.
con información de El Universal