La violencia de género, representada en el feminicidio y la trata –o el secuestro– con fines de explotación, explotación sexual o explotación sexual con fines comerciales, se ha convertido en la principal causa de las desapariciones de niñas y adolescentes en las zonas urbanas del Estado de México, así lo revela la investigación “Desaparición de Mujeres Adolescentes, Niñas y Niños en el Estado de México y su vínculo con la Explotación Sexual o la Trata dePersonas con ese u otros fines”.
El análisis fue realizado por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) y la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CNB), que fue presentada con el apoyo de la delegación de la Unión Europea en México.
El documento también señala que se encuentra la creciente presencia de grupos del crimen organizado en el estado que se dedican al reclutamiento de hombres y mujeres, los que impulsan, desarrollan y reproducen otras formas de violencia hacia la mujer que terminan en la desaparición de éstas, donde la trata es una de las manifestaciones más constantes.
Por un lado, las organizaciones criminales hacen a los varones adolescentes copartícipes de los delitos hacia las adolescentes mujeres: reclutamiento, abuso sexual, violación y feminicidios. Por el otro, reclutan a las mujeres como novias o con la promesa de incorporarlas en “el negocio” y ya dentro son víctimas de violencia sexual, explotación sexual, tortura y feminicidios, tomando sus cuerpos como verdaderos “campos de entrenamiento” para sus pares.
“Se trata de niñas reclutadas desde muy pequeñas para ser explotadas con fines de explotación sexual (menores de 13 años de edad) que cuentan con menos recursos para escapar de estas redes. Se pudo detectar que la pandemia ha sido un aliado para quienes las buscan.
Entran a través de las redes sociales, las conquistan, enamoran, les piden su dirección para llegar a sus casas y llevárselas. Son niñas pequeñas que ni siquiera saben cómo regresar a sus casas porque no han salido mucho del municipio o el lugar donde viven. El rango etario de este tipo de reclutamiento es cada vez de menos edad, pues son niñas las que están siendo víctimas”, explicó Javiera Donoso Jiménez, investigadora integrante del equipo responsable del estudio.
La investigación cuenta con datos, voces y experiencias de las familias de las víctimas y muestra que existen una serie de prácticas y delitos vinculados a la desaparición de las mujeres, adolescentes, niñas y niños en el Estado de México, que complejizan el escenario de análisis y diversifican el mapa de actores vinculados a estos delitos
Las conclusiones del documento dejan claro no sólo que la violencia de género es una de las más importantes explicaciones de la desaparición de las mujeres y adolescentes, sino que también se presenta como un mal endémico y sostenido en el tiempo, lo que se evidencia con la activación de la Alerta de violencia de Género contra las mujeres en 2015 en la entidad. Los mismos 11 municipios donde se activó la alerta siguen con los mismos números rojos, sin presentar mejoras a pesar de la monumental inversión.
“En México se está desapareciendo a la juventud, la mayoría son adolescentes hombres y mujeres, niñas y niños, y jóvenes. El más alto índice de desaparición de las mujeres está entre los 15 y 19 años lo cual nos dice mucho. Por esa razón esta investigación es fundamental para tomar políticas públicas de prevención”, expresó Karla Quintana Osuna, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CNB).
Destacó además que la desaparición de mujeres, adolescentes, niñas y niños se volvió una preocupación nacional, por lo que se requiere buscar explicaciones causales a dicho fenómeno que permitan mejorar las estrategias de investigación y búsqueda para la pronta localización.
“Es muy importante que se den estudios como éste, que será un precedente para otros”, al ser “una hoja de ruta que permita construir políticas idóneas”, pues ni la solución ni culpa es de una sola entidad, por el contrario, requiere responsabilidades estatales y municipales que necesitan estar coordinadas entre sí, para prevenir y atender este flagelo, opinó Leticia Bonifaz Alfonzo, integrante del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Comité CEDAW).
El estudio pudo comprobar, de igual manera, que el perfil de la mayoría de las víctimas de desapariciones en el Estado de México son mujeres de entre 12 y 17 años de edad, estudiantes, sin antecedentes penales. Los datos revelan que, aunque las desapariciones pueden suceder en cualquier momento, éstas se registran con mayor frecuencia los días lunes y durante el mes de mayo, en horas que van entre las 6:00 am y 6:00 pm, lo que rompe el mito de que las personas son víctimas porque se arriesgan a salir en horas más tarde.
“Se las llevan en un horario en donde están llevando a cabo las actividades que hacen día a día”, explicó Adriana González Veloz, directora de Análisis de Contexto de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) e investigadora, quien también formó parte parte del equipo encargado del estudio.
“La grave crisis en derechos humanos por la atravesamos en México no sucede únicamente en el mundo adulto. Está tocando también la vida de la niñez. La desaparición forzada de niños, niñas y adolescentes nos arroja datos escalofriantes: 13 niñas, niños y adolescentes al día fueron reportadas cada día como desaparecidos, no localizada o posteriormente localizadas durante 2021, una cifra que preocupa y aunque la mayoría son localizados, 1 de cada 100, son localizados sin vida y 20% continúa desaparecido, lo que nos parece inadmisible e inexcusable porque se trata de una mezcla de sexismo y adultocentrismo que impera en el país”, apuntó Tania Ramírez Hernández, directora Ejecutiva por la Red de los Derechos de la Infancia en México (REDIM).
En el caso de la trata, el estudio demuestra que este delito se ejecuta en el Estado de México con tres fines como son: realizar actividades delictivas e ilegales, explotación sexual y la adopción ilegal, mientras que en el caso de los feminicidios se han identificado cuatro modalidades diferentes de las desapariciones como son: violencia doméstica, agresión sexual, seriales y actividad criminal.
“Esta investigación sirve de modelo para otros estados que también viven lo mismo. La desaparición de niñas y adolescentes mujeres tiene un sesgo de género que aunque va paralelo al tema de la criminalidad, que en cada entidad federativa impera, lo real es que la situación y la violencia de género en nuestro país, de manera generalizada, tiene que ser atendida con una perspectiva diferenciada”, añadió María Sol Berenice Salgado Ambros, titular de la Comisión de Búsqueda de Persona del Estado de México (COBUPEM).
De acuerdo con las últimas cifras presentadas por la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), el Estado de México ocupa el primer lugar a nivel nacional en el número de casos acumulados de niñas, adolescentes y mujeres desaparecidas.
De las 36,135 personas desaparecidas y localizadas en el Estado de México entre enero de 2015 y septiembre de 2021, 19,964 (55.2%) fueron mujeres. Dentro del grupo de mujeres desaparecidas, según datos oficiales en el periodo referido, 12,632 son niñas y adolescentes y a pesar de los esfuerzos institucionales, aún existen 7,961 personas que continúan desaparecidas, de las cuales, 3,641 (45.7%) son mujeres.
“Los resultados de este estudio ponen foco y demuestran las hipótesis que se han venido argumentando en los marcos internacionales y es la interrelación que existe entre la violencia de género y la desaparición. No se pueden entender como elementos aislados, más cuando se trata de niñas y adolescentes. Esta investigación descifra el contexto para atender esta problemática y el trabajo institucional que se requiere desde los distintos niveles de Gobierno en colaboración con la sociedad civil”, dijo Belén Sanz, representante de ONU Mujeres en México.
Impunidad, una deuda que el Estado aumenta con víctimas y familiares
La necesidad de que haya coordinación en los tres niveles de gobierno e incluso, exista el apoyo internacional es un reclamo de los familiares de las víctimas que rechazan la continua impunidad que sigue caracterizando a las desapariciones de niñas, niños y adolescentes en México, tal como lo indica la investigación.
“Estas niñas son captadas con o sin violencia del seno familiar, aprovechándose de la vulnerabilidad de este sector de la población, debido a un fenómeno que ha ido en aumento por las omisiones, la impunidad en los procesos de procuración de justicia y la falta de investigación con debida diligencia.
“Nos hemos dado cuenta de que muchos ministerios públicos no toman en cuenta o no quieren trabajar los resultados obtenidos de un análisis contextual que identifican posibles células delictivas”, indicó Maribel Enciso Olguín, integrante del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio y madre de una víctima de desaparición: María José, una bebé de 11 meses de edad que fue raptada, presumiblemente con fines de adopción ilegal.
Tal como lo afirma el documento, la impunidad es un rasgo que también destaca a la hora de comprender y analizar las desapariciones en el Estado de México, lo que genera condiciones para ser considerado dentro de la ruta región centro-oeste para el tráfico de personas. La entidad no se encuentra entre las que registran datos sobre personas sentenciadas y procesadas por ese delito, pese a que sí hay reportes de la detención de personas por esa práctica delictiva.
“Hay que destacar en el tema de la impunidad la ausencia de Estado ¿Dónde están las autoridades federales que consideren que esto es intolerable, que no se puede permitir que niñas y adolescentes sean víctimas de estos delitos? ¿Dónde están los que se opongan a esta realidad”, expresó Elena Azaola Garrido, Doctora en Antropología Social, especialista integrante del Consejo Ciudadano de Búsqueda de Personas de la Ciudad de México al cuestionar la falta de voluntad de las autoridades para comprometerse a erradicar estos delitos contras las infancias.
El Estado de México, retrato de la violencia hacia las mujeres
En lo que se refiere a la trata de personas, el Estado de México ocupa el cuarto lugar en el registro de víctimas, el tercero en el número de averiguaciones previas, el segundo en causas penales ingresadas; el segundo en personas procesadas, y el cuarto en el número de personas sentenciadas.
No obstante, durante el sexenio pasado, sólo se sentenció al 6% de las personas que fueron procesadas, todavía por debajo del ya de por sí bajo promedio de personas sentenciadas a nivel nacional, que para ese mismo periodo es del 7.8%.
La investigación agrega que el Estado de México no sólo es una de las tres entidades del centro del país (con Ciudad de México y Puebla) consideradas grandes ciudades; que junto con otras de la frontera norte (Coahuila, Chihuahua, Nuevo León), y tres de la frontera sur y golfo (Chiapas, Oaxaca, Tabasco), están situadas geográficamente como puntos clave para la trata.
“En la UE estamos convencidos de que la respuesta a la crisis de derechos humanos en México pasa por la intervención de los diferentes actores involucrados como son las autoridades, las organizaciones de la sociedad civil, los familiares de las víctimas, particularmente, y miembros de la comunidad internacional. El trabajo sobre la desaparición de personas es una de las prioridades de la UE en México, en materia de derechos humanos y también lo es la erradicación de la violencia hacia las mujeres y esta investigación refleja el vínculo entre esos dos temas”, expresó Gautier Mignot, embajador de la Unión Europea en México, organismo que brindó apoyo para la realización de la investigación, así como otros estudios, enmarcados en la campaña de asistencia y prevención de las desapariciones de niños, niñas y adolescentes.
El estudio “Desaparición de Mujeres Adolescentes, Niñas y Niños en el Estado de México y su vínculo con la Explotación Sexual o la Trata de Personas con ese u otros fines” forma parte de la campaña nacional de información y prevención para la desaparición infantil realizada por REDIM y la CNB, con apoyo de la delegación de la Unión Europa en México (UE).
La campaña además cuenta con un nuevo integrante y aliado. Se trata de Chuchi Cacomixtle, un personaje en forma de muppet que fue creado para tender un puente de comunicación con niñas, niños y adolescentes y tratar temas complejos, de manera sencilla y respetuosa para esta población y que también fue presentado durante el evento.