En pocos días el presidente ruso Vladimir Putin hizo que la Unión Europea alcanzara un sueño anhelado desde hace años: la unidad.
Durante años, Putin podía regocijarse en Moscú mientras Occidente caía en desagradables momentos de desunión, como el Brexit, la animosidad de Hungría hacia la UE o la brecha transatlántica causada durante la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos.
“Putin pensaba que iba a destruir la unidad europea, pero ha ocurrido exactamente lo contrario”, expresó el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. “La cooperación es tan sólida como una roca”, comentó.
Al ver cómo Occidente se unía en vez de dividirse, Putin el lunes recurrió a una retórica más bien acorde con los tiempos de la Guerra Fría.
Centrando su furia contra Estados Unidos, denigró a sus aliados calificándolos de “satélites que sumisamente se arrodillan ante (EU), se agachan ante él, tratan de copiarlo y aceptan con entusiasmo las normas que él les impone. Por lo tanto, cabe decir que todo el bloque occidental forjado a su semejanza por Estados Unidos representa un imperio de mentiras”, afirmó.