La violencia y el horror se apoderó del fútbol mexicano: extraoficialmente se habla de, al menos, 17 muertos tras una desigual batalla campal en el partido entre Querétaro y Atlas por la fecha 9 del Torneo Clausura. El caos se hizo presente al promediar el segundo tiempo cuando simpatizantes del equipo local lograron acceder al sector asignado para los visitantes desde diferentes accesos y comenzar a agredir a cuantas personas se interpongan en su camino.
Así lo relatan las diferentes versiones periodísticas mexicanas, quienes a su vez hablaron con hinchas de Atlas que sufrieron la situación en primera persona. Uno de ellos, con heridas en su cabeza, confesó ante los micrófonos que “un amigo falleció” producto de la emboscada y denunció que la policía “no hizo nada” para detener a la barra de Querétaro, hasta incluso abriendo puertas y portones para facilitar el feroz encontronazo.
“Estaba el partido totalmente normal, incluso aburrido. Íbamos ganando y sólo había cánticos normales del partido. De repente vemos cómo hinchas de Querétaro corren fuera de su zona en dirección hacia nosotros en ambos lados: por la derecha y por la izquierda. Nos acorralaron. Lo primero que hicieron fue dirigirse a la zona familiar y pegarle a los que estaban allí. Toda la manada nos encapsuló y la policía, en vez de ayudarnos, empezó a abrir las rejas para que puedan golpearnos”, comenzó relatando el hincha de Atlas.
Y continuó: “Cuando quisimos escapar por la puerta de salida, nos encontramos con que en el playón visitante ya había hinchas de Querétaro porque la policía también le abrió esos portones de seguridad. Nos acorralaron y apedrearon”.
“Probablemente estaba todo premeditado. A nuestra afición nos prohibieron ingresar con monedas y ellos tenían pica-hielo, navajas y hasta pistolas. Hay videos donde se ven que los policías abren las rejas”, denunció. Y relató hechos verdaderamente aberrantes: “Un amigo cercano falleció. Vi muchos muertos. Los cuerpos estaban inertes en el suelo y los siguieron golpeando. Incluso a uno ya fallecido le picaron la cabeza con un pica-hielo para luego quitarles su ropa. Le sacaron absolutamente todo incluso ya muerto”.