Además de los altos precios de los alimentos, un nuevo elemento pone la estocada final a las finanzas de los mexicanos: la escasez y el desabasto. Alimentos y productos de consumo básico como la leche, el papel higiénico, el agua embotellada (derivada de la sequía que arrasa con buena parte de México) le pone un nuevo grado de presión a los ya de por sí afectados bolsillos de los mexicanos.
Aunque el Gobierno de México ha decidido ponerle un freno al alza de precio, la canasta de productos básicos sigue al alza. De acuerdo con un análisis realizado por La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) entre los que se encuentran los 24 productos de la canasta básica que presentó Andrés Manuel López Obrador en su Paquete contra la inflación y la carestía (Pacic), muestra que 20 productos registraron incrementos de precio, mientras que solo cuatro registraron una baja.
“La inflación alimentaria que ha venido azotando la economía de los hogares en los últimos tiempos, al cierre del mes de mayo, muestra un índice nacional de precios por encima del 7,72% y la inflación alimentaria en más de un 11,32%, los mexicanos han resistido y resentido un mes más de un consumo limitado y de mala calidad”, dice la Anpec.
El elemento que más preocupa a los comerciantes de tiendas de abarrotes y comerciantes pequeños de México es el desabasto de alimentos y de productos. Entre los principales productos, el papel higiénico, aceites comestibles, agua embotellada, refrescos, granos y aceite comestible son los que reflejan importantes alzas debido a la escasez. “Se empieza a carecer de mercancías que regularmente formaban parte de los anaqueles al sufrir de un abasto irregular y tardío, llevando a la clientela a no poder encontrar lo que buscan comprar en repetidas ocasiones”, menciona Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec. “Cada vez tenemos un mercado con menos productos y hay una línea muy delgada que divide la escasez del desabasto”, puntualiza.
Los retrasos en la cadena de la producción de productos clave provocan considerables incrementos. Por ejemplo, el aceite de canola, producto base para la elaboración de guisos y platillos, pasó de 38,5 pesos a 50,8 pesos (unos 2,5 dólares) de abril a mayo, un incremento de 32% en las últimas semanas.
David Lozano, investigador del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM, indica en entrevista que el fenómeno del desabasto o la escasez de productos, por la baja oferta y la alta demanda, presenta un ingrediente adicional. “A estas alturas del año ya tendría que haber condiciones para ciertos productos, por eso se presentan aumentos”, comenta. “La hambruna ya no es definida como la falta de alimentos, sino como la imposibilidad que tiene la población de adquirir los productos por sobreprecio”, señala.
En tanto, el índice de precios de la Canasta de Consumo Mínimo (CCM) elaborada por el Inegi y que considera 176 productos y servicios, presenta una leve disminución en el último mes, pero sigue siendo mayor al dato de la inflación mensual, ya que toma en cuenta productos que la canasta básica no contempla.
Con información de: El País