“Somos polvo de estrellas”, es una de las frases más acuñadas del maestro Carl Sagan, quien en su libro “La conexión cósmica”, explicó que los seres humanos estamos hechos de esta materia extraordinaria.
Y así lo comprueban las nuevas postales enviadas por el telescopio James Webb de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) quien el día de ayer envió la primera evidencia de lo que se considera “imagen infrarroja más profunda y nítida del universo primitivo”.
La NASA volvió a sorprender al mundo con una serie de nuevas postales, en donde se muestra el quinteto de Stephan, un grupo de galaxias, adornadas por cúmulos brillantes de millones de estrellas jóvenes y regiones de brotes estelares donde nacen estrellas frescas.
Estas cuatro de las cinco galaxias (NGC 7317, NGC 7318A, NGC 7318B y NGC 7319) están realmente cerca entre sí y se encuentran a unos 290 millones de años luz;
Nebulosa planetaria del Anillo Sur
En otra increíble imagen aparece la nebulosa planetaria del Anillo Sur, se trata de capas de gas y polvo expulsadas por estrellas moribundas que se encuentran a 2 mil años luz de la Tierra.
Especialistas de la NASA manifestaron que “nuevos detalles como estos, de las últimas etapas de la vida de una estrella, ayudarán a comprender mejor cómo evolucionan las estrellas y transforman sus entornos”.
Nebulosa Carina
La tercera de las fotografías revela viveros estelares emergentes y estrellas individuales en la Nebulosa Carina que antes estaban ocultas.
La imagen, que parece ser tridimensional, revela el borde de la cavidad gaseosa gigante dentro de NGC 3324, y los “picos” más altos en esta imagen tienen unos 7 años luz de altura”, de acuerdo con la NASA.
Ayer, la NASA publicó la primera imagen a color del universo, a la que definió como “un grano de arena sobre la punta de un dedo con el brazo sostenido”.
Estas imágenes sin precedentes permiten observar en detalle “galaxias remotas, nebulosas brillantes y un lejano planeta de gas gigante”.
Con Información de: Excélsior