La familia de un albañil de 37 años de edad que perdió la vida decidió donar sus órganos y cinco pacientes que esperaban una donación tendrán una nueva oportunidad para vivir.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Estado de México Oriente dio a conocer que un equipo multidisciplinario de especialistas realizó una procuración de órganos en el Hospital General Regional (HGR) 196, en el municipio de Ecatepec para esas personas que estaban en la lista de espera.
El hígado, riñones y córneas del hombre dedicado a la construcción, fueron destinados a los pacientes que requieren esos órganos para poder vivir.
El albañil, quien no era derechohabiente del IMSS, y padre de tres hijos, fue referido del sistema de salud del Estado de México con diagnóstico de evento vascular cerebral tipo hemorrágico, secundario a hipertensión arterial sistémica, lo que ocasionó su muerte encefálica.
Al conocer el diagnóstico, su esposa, madre y dos hermanos aceptaron la donación de órganos que benefició a cinco personas, quienes estaban a la espera de un trasplante que mejore su condición de vida.
El hígado del donante se trasladó a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades “Dr. Antonio Fraga Mouret” del CMN “La Raza”; los dos riñones al Centro Médico Naval; y las dos córneas al Banco de Tejido del Hospital General “Dr. Gaudencio González Garza”, también del CMN “La Raza”.
El coordinador de procuración del HGR 196, Ismael Quezada Adame, afirmó que la decisión de donar órganos y tejidos, tomada por una familia que pasa por momentos muy difíciles debido a la pérdida de un ser querido, “es un ejemplo de altruismo y entereza, así como de empatía por otras familias que necesitan de un trasplante, para salvar o mejorar la calidad de vida de alguno de sus integrantes”.
Esa decisión “trae consigo un gran esfuerzo del instituto, que contribuye con los recursos humanos, infraestructura, tecnología e insumos que permiten concretar un proceso como el que se concluyó en esta ocasión, beneficiando a mexicanos, independientemente de la institución a la que pertenezcan”.
“Si cada uno de nosotros, pudiera conocer la alegría que se puede brindar a personas que reciben una nueva oportunidad con un trasplante, seguramente no dudaríamos en ser donantes después de nuestra muerte”, comentó.
Con información de: El Universal