Esta es una pregunta que por muchos años se ha quedado sin respuesta, lo que sí está comprobado es que existe un gen de la violencia.
Adrian Raine, un experto en el estudio de las psicopatías, describe en su libro ‘Anatomía de la violencia’ el gen que provoca una predisposición a la violencia, aunque eso no significa que necesariamente se conviertan en asesinos en un futuro.
Sin embargo, hay historias tan macabras que congelan la sangre, como los casos de los niños asesinos.
En la historia algunos menores de edad han sido enjuiciados por crímenes atroces que han cometido. En esta nota te hablaremos de 5 casos de criminales menores de edad que se convirtieron en largos casos de investigación.
Brenda Ann Spencer.
El 29 de enero de 1979, Brenda Ann Spencer, que entonces tenía 16 años, cogió un rifle que le había regalado su padre y disparó contra la escuela primaria Cleveland de San Diego (enfrente de su casa). Mató al director de la escuela, Burton Wragg, y al conserje, Mike Suchar. También hirió a ocho niños y a un agente de policía.
Cuando se le preguntó por qué lo había hecho, Spencer dijo: “No me gustan los lunes. Esto lo anima”. Esa frase inspiró a los Boomtown Rats para escribir la canción “I Don’t Like Mondays.”
Spencer fue condenado a cadena perpetua con posibilidad de libertad condicional tras 25 años.
Sigue en prisión, tras denegársele la libertad condicional.
Elmer Wayne Henley y David Brooks.
De 1970 a 1973, Henley y Brooks atrajeron a chicos jóvenes a la casa de Dean Corll, donde fueron agredidos sexualmente por Corll y luego asesinados.
Corll pagaba a Henley y Brooks para que le llevaran víctimas. Fueron Henley y Brooks quienes cometieron después la mayoría de los asesinatos. La edad de los chicos oscilaba entre los 14 y los 19 años.
Estos son los rostros de las víctimas.
En 1973, Henley y Corll tuvieron una discusión que acabó con Henley matando a Corll de un disparo.
Henley llamó a su madre para informarle de que había matado a Corll. En ese momento comenzó el descubrimiento de los cuerpos.
Los cuerpos fueron encontrados en cobertizos, campos y otros lugares. Henley incluso admitió que probablemente había olvidado dónde estaban enterrados algunos de ellos.
Como la ley de Texas no permitía la pena de muerte para menores de 18 años, Henley y Brooks (ambos de 17) fueron declarados culpables y condenados a cadena perpetua.
Brooks murió en prisión de COVID en 2020 a la edad de 65 años. Henley sigue en prisión.
Erick Smith
Eric M. Smith nació el 22 de enero de 1980 en Nueva York, Estados Unidos. Fue un chico muy alegre y cariñoso con su familia, sobre todo con sus abuelos quienes eran parte importante para él.
Su abuela Red Wilson describió la infancia de su nieto al medio ‘CBS News’:
Siempre entraba y nos daba abrazos y besos. Le gustaba demasiado ser un bromista con todos nosotros”..
A los 13 años de edad Smith fue diagnosticado con trastorno explosivo intermitente -comportamiento caracterizado por expresiones incontrolables de enfado-, a causa del constante bullying que sufrió por parte de sus compañeros de escuela.
El 2 de agosto de 1993, el niño, con 13 años, asesinó a Derrick Robie, un niño de cuatro años, en una zona boscosa cerca de un parque donde vivía. La muerte del menor fue causada por estrangulación y un fuerte golpe en la cabeza con una roca. En pocas palabras, el niño sacó su furia con otro niño indefenso.
El 16 de agosto de 1994, 16 días después del crimen, Eric Smith fue declarado culpable por homicidio en segundo grado -asesinato intencional no planificado- y sentenciado a cadena perpetua. Sin embargo, se le otorgó libertad condicional en el mes de octubre del 2021, luego de comparecer ante la Junta de Libertad Condicional, aunque debe regresar a prisión el próximo 17 de noviembre.
Joshua Phillips
Joshua Earl Patrick Phillips nació el 17 de marzo de 1984 en Allentown, Pensilvania.
En 1999 cuando tenía 16 años de edad, mató a su vecina de 8 años con un bat de béisbol en un arrebato de furia.
La búsqueda de la infante terminó luego de que la madre del atacante encontró el cuerpo de la niña dentro de la base de la cama de su hijo.
El 6 de julio de 1999, el menor fue declarado culpable de homicidio en primer grado -asesinato premeditado- y sentenciado a cadena perpetua en la Institución Correcional Cross City en Florida, Estados Unidos.
Jon Venables y Robert Thompson
Este caso es uno de los que más ha impactado al mundo. El crimen ocurrió el 12 de febrero de 1993 cuando los dos pequeños de 11 años de edad mataron a sangre fría a un niño de 2 años y medio.
¿Cómo ocurrió?
Al pequeño lo robaron de un centro comercial cuando la madre del niño se distrajo. Luego lo encaminaron a unas vías del tren y ahí lo torturaron con rocas y barras metálicas hasta causarle la muerte.
El 24 de noviembre de 1993, Thompson y Venables fueron acusados en la Corte Juvenil de South Sefton. Dos días después, fueron sentenciados por homicidio con detención indefinida. No obstante, en junio del año 2001, al ser mayores de edad, fueron liberados de prisión.
Con información de: Excelsior