Ejemplo de la reingenieria de servicios bancarios en la capital potosina, es el cierre de sucursales de diversos bancos en puntos que resultaban clave para la actividad económica de las y los cuentahabientes y del público en general.
De los últimos tres años, se recuerda la desaparición de establecimientos financieros en la calle de Pascual M. Hernández esquina con José María Morelos y Pavón, en el Centro Histórico, así como otra en la avenida Venustiano Carranza y su cruce con Mariano Ávila.
Ambas sucursales facilitaban los trámites y el acceso a recursos para cientos de personas y sobre todo comerciantes de las zonas aledañas.
Otras sucursales desaparecidas fueron las de avenida Muñoz, casi en su cruce con Hernán Cortés, y otra en la avenida Himno Nacional y calle Valentín Gama. En su lugar, las instituciones bancarias concentraron sus servicios en muy pocas oficinas que ahora quedan en puntos de la ciudad muy distantes entre sí.
Frente a esto, las personas usuarias deben planear muy bien sus operaciones y desplazamientos para ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo para ir a la sucursal menos alejada o, en su defecto, tratar de hacer uso de las aplicaciones bancarias para teléfonos móviles.
Con información de: Pulso