El Pueblo Mágico de Santa María del Río no ha logrado superar una de sus peores crisis, tras la muerte del presidente municipal Emmanuel Govea en un accidente carretero el pasado 31 de diciembre, las condiciones político-sociales siguen en incertidumbre, aseguran habitantes del lugar.
Desde hace semanas atrás, maquinaria ha iniciado con las excavaciones para la construcción de lo que será una estación de combustibles, misma que se encuentra en medio de viviendas y a unos metros de un plantel educativo, la llegada de esta gasolinera ha desatado la inconformidad de los habitantes, quienes aseguran que no se han hecho los estudios de impacto ambiental que acrediten que no existen riesgos, ni afectaciones tanto para el medio, como para los vecinos de la zona.
Las máquinas ya han logrado avances sobre el predio ubicado en la calle Primo Feliciano, decenas de familias se han organizado y exigen un alto a las obras a las que les atañen la extracción ilegal de agua en al menos 12 pozos en las últimas semanas, así como daños estructurales en las viviendas, incluyendo el riesgo de colapso del que fue el primer molino de nixtamal del municipio, que data de más de 100 años, así como viviendas que a lo largo de los años ha logrado preservar la identidad del Pueblo Mágico.
“La niñez de Santa María del Río sufrirá las consecuencias de haber desperdiciado estos millones de litros de agua que fueron desechados por el drenaje como si fuera agua contaminada. Y no solamente ellos, se prevén épocas de bastante sequía y de altas temperaturas”, expusieron.
El colectivo, que se ha confirmado por adultos mayores, comerciantes, maestros, familias y también niños, advierte también los daños que ya ha sufrido el edificio histórico del primer panteón municipal y el primer horno de campechanas, alimento que caracteriza al municipio en todo el país. Asimismo, señalan que la obra se ha convertido en un acto “depredador” que a su paso también ha costado la vida a 50 árboles.
Los denunciantes de forma pacífica han externado su oposición por la instalación de la gasolinera, la cual aseguran ha sido solapada por el Ayuntamiento sanmariense, hoy encabezado por la alcaldesa Miriam Martínez Trejo.
“Es una obra sin permisos, estudios de impacto ambiental y social”, exponen los pobladores afectados.
Los habitantes hicieron un enérgico llamado para exigir la intervención de la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam), para que en garantía del bienestar de la población de Santa María del Río se cumplan con los permisos de uso y mecánica de suelos, estudio geohidrológico de la zona y sus posibles afectaciones, estudio estructural de las casas habitación, impacto ambiental, así como dictámenes que acrediten que es un proyecto viable sin repercusiones para quienes habitan a los alrededores.
Con información de: El Universal SLP