En 1912, sus tatarabuelos murieron cuando el Titanic se hundió. Más de un siglo después, su esposo falleció en el sumergible Titán que, precisamente, se dirigía a visitar los restos de la histórica embarcación.
Ayer, la Guardia Costera estadounidense confirmó que el sumergible implosionó, y las cinco personas que iban a bordo murieron.
Wendy Rush, esposa de Stockton Rush, el CEO de OceanGate y quien piloteaba la nave que desapareció el domingo pasado durante una inmersión en el Atlántico Norte, es descendiente de dos pasajeros de primera clase del Titanic, según muestran los registros de archivo.
Isidor Straus y su esposa, Ida, eran dos de las personas más ricas a bordo del Titanic, en 1912, y quizá son más conocidos por su trágica historia de amor.
Sobrevivientes del desastre recuerdan haber visto a Isidor rechazar un asiento en un bote salvavidas cuando las mujeres y niños aún esperaban para huir del transatlántico que se hundía. Ida dijo entonces que no dejaría a su esposo, y los dos fueron vistos de pie tomados del brazo en la cubierta del Titanic mientras el barco se hundía.
Una versión ficticia de la historia de los Straus quedó inmortalizada en la película Titanic (1997), de James Cameron, en la que se muestra a una pareja mayor abrazados en la cama conforme el agua sube alrededor de su cabina.
Implosionó Titán a poco de inmersión
El sumergible Titán, de la compañía OceanGate, implosionó en el fondo del Atlántico Norte desde el domingo, el día que empezó su trayecto para explorar los restos del Titanic, a 3 mil 800 metros de profundidad, lo que acabó con la vida de los cinco ocupantes, según la Marina de Estados Unidos.
Un oficial de la dependencia indicó ayer que sensores submarinos de la fuerza registraron lecturas “consistentes con una explosión o implosión” poco después de que la nave perdió contacto con el equipo exterior, lo que ocurrió menos de dos horas después de su lanzamiento a las 6:00 horas.
La Marina pasó esa información a la Guardia Costera, que continuó su operativo para hallar el sumergible porque la agencia no consideró que los datos fueran definitivos.
En lo que ayudaron las lecturas de la posible implosión, apuntaron las autoridades, fue en reducir el área de búsqueda, en una misión que hasta último momento fue manejada como de rescate.
Sin embargo, la esperanza desapareció ayer, después de que se encontraran en el fondo del océano restos de Titán, evidencia de una “implosión catastrófica” sin sobrevivientes, según la Guardia Costera estadounidense.
No hay indicios de que la embarcación implosionara como resultado de una colisión con los restos del Titanic; los escombros del Titán se encontraron en un área cercana donde el fondo del mar es suave, dijo Carl Hartsfield, diseñador de submarinos que ayudó a la Guardia Costera en la búsqueda.
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