En redes sociales y medios del mundo han causado revuelo los reportes de decenas de fanáticos de Taylor Swift que aseguran haber perdido la memoria después de los conciertos de la cantante.
Son tantos los casos que medios como Time y la BBC conversaron con algunos de estos “swifties” y entrevistaron a expertos psicólogos para buscar una explicación. Por ejemplo, un fanático identificado como Tocatlian dijo a la revista estadounidense haber olvidado completamente partes claves del concierto, como la canción sorpresa “Better Man”.
“La amnesia post-concierto es real”, dijo a Time el “swifty”.
A pesar de que las presentaciones del “Eras Tour” duran tres horas o más, algunas seguidoras de la cantante afirman no poder recordar un solo momento del concierto. Otras, como Nicole Booz, afirmaron a medios estadounidenses que todo el tiempo se sintió como una “experiencia extracorporal”.
Todo esto tiene una explicación científica, según los expertos consultados por Time y BBC.
La Dra. Michelle Phillips, profesora titular de psicología musical del Royal Northern College of Music, dijo al medio británico que la amnesia post-concierto es más normal de lo que suena; sin embargo, aceptó que es una rareza que algunos fanáticos carezcan absolutamente de algún recuerdo.
De acuerdo con Phillips, recordar tan solo fragmentos del concierto se debe a que el cerebro “simplemente codifica algunos aspectos del evento en la memoria, y otros no”. Es decir, las personas graban en su memoria aquello en lo que más se concentran y otorgan mayor peso, ya sea los movimientos de baile, estar acompañado de alguien o alguna canción importante.
Asimismo, cuando los fanáticos están emocionados e inmersos en el momento, pueden sentir como si “el tiempo hubiera pasado de repente” y no procesan adecuadamente todo lo que acaban de ver, oír y sentir, señala la experta a la BBC.
Por otro lado, Ewan McNay, profesor asociado en el Departamento de Psicología de la Universidad Estatal de Nueva York, explicó a Time que este fenómeno no es específico de los conciertos, puede ocurrir en cualquier momento si uno está en un estado emocional intenso.
“Si estás un poco nervioso, con un poco de emoción, en realidad recordarás mejor”, aseguró McNay a la revista. “Pero demasiada emoción te empuja al límite en términos de formación de memoria y no puedes crear recuerdos“, agregó.
Según McNay, esto se debe a que las emociones fuertes provocan que el cuerpo comience a bombear glucosa desde el hígado hasta el torrente sanguíneo. Esta molécula alimenta la memoria, el pensamiento y el aprendizaje. No obstante, el cuerpo interpreta la euforia como estrés, por lo que no utiliza este “combustible” para generar memorias, sino para accionar los músculos.
El científico ejemplificó lo anterior con el hipotético caso de encontrarse un oso en el bosque. “Quieres ese combustible para tus músculos y así luchar contra el oso o huir de él. No desperdiciarlo en la formación de recuerdos”, dijo a Time el experto. Y explicó que al mismo tiempo los nervios vagales- que regulan las funciones de los órganos internos- se estimulan: “Estás diciendo: ‘Oye, estamos muy estresados: estamos huyendo del oso o viendo a Taylor Swift’”, señaló.
Esta respuesta provoca que la amígdala- la parte del cerebro responsable del procesamiento emocional- libere un neurotransmisor llamado norepinefrina. Esta sustancia química ayuda a fijar en la memoria los recuerdos emocionalmente intensos. No obstante, un exceso de norepinefrina tiene el efecto contrario. Si además uno agrega cafeína o alcohol, la capacidad del cerebro de guardar estos momentos de emoción disminuye.
Pero olvidar estos momentos puede no ser tan malo como parece. Robert Kraft, profesor de psicología cognitiva en la Universidad de Otterbein, señaló a Time que es erróneo asumir que una persona debe recordar cada instante de su vida o grabar con lujo de detalle los momentos intensos.
“No nos proponemos recordar nuestras vidas, nos proponemos vivirlas”, dijo Kraft a la revista. “No recordar es en realidad un homenaje a estar en el momento y disfrutarlo”.