Uno de cada dos niños mexicanos podría desarrollar diabetes en el futuro si no se garantizan ambientes escolares sanos, donde hay una invasión de productos ultraprocesados o “chatarra” pese a la existente legislación que regula su venta en las escuelas, advirtieron especialistas este martes.
“De seguir la tendencia, uno de cada dos niños y niñas en México va a desarrollar diabetes a lo largo de su vida y no hay sistema de salud que pueda enfrentar esta situación”, señaló en conferencia de prensa Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor.
El problema, explicó, es que desde hace 10 años existe una regulación de alimentos y bebidas en las escuelas, pero no se cumple.
Según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2019, el impacto económico de la obesidad y el sobrepeso en México representó un gasto aproximado de 26.000 millones de dólares.
Esto equivale a 5,3 % del producto interior bruto (PIB), mientras que en 2020, en plena crisis económica y sanitaria por la covid-19, incrementó a 6,2 %.
Mauro Brero, jefe de nutrición en Unicef México, apuntó que, de no atenderse, el sobrepeso y la obesidad infantil representarán una fuerte carga para la economía y el desarrollo nacional estimada en 42.000 millones de pesos (2.480 millones de dólares) para los siguientes 65 años.
Las escuelas no resultan entornos saludables, según los resultados de las denuncias ciudadanas recolectadas por la organización El Poder del Consumidor.
Liliana Bahena, coordinadora de la campaña “Escuelas saludables” de la organización, señaló que, de acuerdo con el sondeo, el 98 % de las escuelas evaluadas venden comida considerada “chatarra”, 76 % venden refrescos con azúcar, 93 % ofertan bebidas azucaradas y 75 % tienen venta de comida no saludable afuera de sus instalaciones.
Este fue un ejercicio de vigilancia ciudadana a nivel nacional durante el ciclo escolar 2022-2023, periodo en el que se recibieron un total de 13.432 reportes de 9.381 escuelas del país, aproximadamente un 10 % del total que existen a nivel nacional.
“Es inadmisible que niñas, niños y adolescentes estén iniciando nuevamente un ciclo escolar en espacios que promueven obesidad y enfermedad”, señaló.
Bahena precisó que, tan solo en un día escolar, cada alumno consume tres productos chatarra que suman más de 550 calorías, lo que provoca un aumento de peso y el riesgo de desarrollar diabetes a lo largo de su vida.
Brero, por su parte, señaló que la obesidad infantil no solo afecta la calidad de vida, la educación, la salud física y mental, sino que también tiene consecuencias económicas, pues su atención asciende a más de 650.000 millones de pesos (38.338 millones de dólares) anuales.
Por ello, dijo, son necesarias acciones urgentes para revertir la situación, pues cerca de 4 millones de menores en edad escolar viven con obesidad infantil y las escuelas son parte del problema.
Ante ello, organizaciones urgieron a los legisladores reformar las normas y garantizar su cumplimientos.
Entre las propuestas están crear escuelas libres de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas, y contar con una alimentación escolar universal y gratuita.
Con información de: Aristegui Noticias