Las leyendas mexicanas son parte de la cultura, pero también historias que se transmiten de generación a generación, las cuales poco a poco se hacen tan populares que el interés por conocerlas y estar presentes en el lugar donde ocurrieron hacen que el turismo incremente.
Por eso, no podemos dejar de lado una de las historias más escabrosas que hay en San Luis Potosí, justo en la presa San José, pues se dice que se utilizaron cadáveres de decenas de niños para hacer los cimientos de este lugar.
De acuerdo con los habitantes, la razón fue porque las almas de los pequeños alertarán a los ciudadanos cuando el conducto de agua se pudiera reventar y así evitar la tragedia.
La presa San José comenzó sus trabajos de construcción en septiembre de 1863 y terminaron en 1907; el lugar se construyó por la élite de aquellos tiempos para reemplazar la presa de La Constancia de menor capacidad.
La leyenda de San Luis Potosí menciona que las personas de alto poder adquisitivo se encargaron de la presa por eso querían garantizar su durabilidad, así que hicieron todo lo posible para lograrlo.
Dichas personas pagaron dinero a la gente de bajos recursos por los cadáveres de sus hijos, sin que les dijeran sus intenciones.
Mientras que otras personas indican que los niños fueron enterrados vivos, por lo que se les ponía en un hueco de las paredes, los distraían con dulces y los encerraban con ladrillos.
Además el “emparedar” a niños es algo que se hacía alrededor de 5 mil años atrás, pues hay registros de dichas acciones en el siglo XVII en Alemania.
Con información de: Escapada H