La “Loca Zulley” del Barrio de San Miguelito
La historia de la apodada “Loca Zulley” es una de las más tristes del estado, pues habla de una joven bella de familia adinerada llamada Claudia Zulley, ella vivía en el barrio de San Miguelito en la capital potosina y era conocida por ser alegre y amable con toda la gente. Un día conoció a Rodolfo, un caballero que ganaría su corazón y quien después de un largo noviazgo le propuso matrimonio con un hermoso anillo de oro blanco.
Claudia estaba muy entusiasmada con su boda, pero nunca esperó que ese día se convertiría en el peor de su vida, pues su amado jamás llegó al altar del Templo de San Miguelito donde se casarían. A partir de ese momento, Zulley iba a diario al jardín del templo, segura de que Rodolfo aparecería. Llegó al punto de perder la razón, vestirse de novia y perseguir a los hombres que por ahí pasaban pues los confundía con su prometido o en ocasiones, caminaba sola del brazo de un imaginario Rodolfo. Debido a esto la gente empezó a llamarla la “Loca Zulley”. La joven murió sin recobrar la razón y se dice su anillo de compromiso actualmente lo tiene puesto en la mano izquierda la Virgen de la Soledad que está iglesia de San Miguelito. Incluso hay personas que afirman que algunas noches la “Loca Zulley” vaga por los jardines vestida de novia, aún esperando por su gran amor.
“La Maltros” la bruja de los Arcos Ipiña
En la época colonial vivió una mujer muy poderosa, que ostentaba un puesto importante en la inquisición por lo cual podía decidir sobre las vidas de otros. A esta dama se le conocía como “La Maltos” y habitaba el edificio que hoy se conoce como los Arcos Ipiña en el centro de SLP. En aquel tiempo por las noches había toque de queda en la ciudad, pero La Maltos era tan influyente que podía pasearse en su carreta tirada por caballos negros sin problemas. La gente le temía pues el sonido que hacía al pasar con su carruaje era fantasmal, por lo cual se empezó a esparcir el rumor de que la joven practicaba la magia negra y los rituales los realizaba en su casa.
Un mal día La Maltos ejecutó a dos personas que gozaban de protección de una de las familias más importantes del estado, tales muertes no fueron toleradas ni bien vistas, entonces a la mujer se le acusó de brujería y asesinato, ella asumió los cargos y aceptó su castigo: la muerte. Como última voluntad la dama pidió se le diera permiso de dibujar en su morada un carruaje, pues quería se le recordara así, las autoridades accedieron; ella empezó a trazar las formas y ante el asombro de todos, cuando terminó, la imagen salió de la pared y ella de un salto subió a él. Se alejó a toda velocidad mientras lanzaba una risa burlona y aterradora. A partir de ese día no se supo más de ella, pero quienes hoy conocen el edificio, aseguran los sucesos paranormales son cosa común en el lugar.
Los fantasmas que habitan el Teatro de Alarcón
El Teatro de Alarcón es uno de los edificios más bellos del Centro Histórico de San Luis Potosí, pero este lugar es uno de los más embrujados del estado, pues sus paredes guardan no sólo uno sino tres fantasmas distintos que empleados y actores aseguraron ver cuando este sitio daba funciones. Incluso le dieron un nombre a cada uno: “la Tacones o La Novia”, “El Niño” y el más famoso de todos “El Gabardinas”.
El Gabardinas, se dice era dueño del terreno donde hoy es el teatro y un día tras una decepción amorosa, se colgó de un árbol que se encontraba en el predio y ahí mismo lo sepultaron, hoy en día debajo del escenario se puede ver su tumba con forma de cruz en el piso; su fantasma se visualiza en los balcones y butacas como una gran sombra negra con una gabardina puesta. Sin embargo, en el baño de mujeres es donde los fenómenos más extraños se concentran: se prenden y apagan luces, reflejos sin explicación en los espejos, y es ahí donde la mayoría de los entes se han manifestado.
La dama enlutada
Cuenta la historia de un taxista, que un poco antes de medianoche, ya que la ciudad parecía dormida, le llegó un olor a flores del cementerio; su lógica fue que al estar estacionado frente a la Iglesia de San José era normal que se despidiera ese olor.
El taxista estaba leyendo tranquilamente el periódico, cuando le tocó la ventana del copiloto una señora vestida de negro, ella ocultaba un poco el rostro por lo alborotado de su cabello.
La dama le pidió de favor que si la podía llevar a todas las iglesias y esperarla mientras ella rezaba el rosario y dejar hasta el último la Iglesia del Saucito, que se encuentra a un lado del panteón.
Por supuesto al taxista se le hizo un poco rara esa petición a altas horas de la noche, sin embargo al no tener otro servicio, accedió a llevarla.
Cuando por fin terminaron el recorrido, la dama le dijo al taxista que no llevaba dinero con ella, pero le dio una hoja firmada como un pagaré y le dijo que al siguiente día pasara a la calle Parrodi 32 y preguntara por Roberto Hernández Muro y él con gusto le pagaría.
Al otro día el taxista pasó a la dirección indicada y contó lo que sucedió y entregó el velo que la mujer había olvidado en el taxi, el señor Roberto rompió en lágrimas y le dijo al taxista:
“Querido amigo: con gusto pagaré lo que me pide, y algo más por el servicio que prestó a mi mujer, pero antes, debe saber que la dama a quien llevó a todas esas iglesias, justo ayer cumplió un año de muerta.
Al subir al coche, y ver que la dama también había olvidado otra cosa de su cabello, el taxista sufrió un infarto del susto quedando inmóvil y sin vida.
Se cuenta que cuando lo sacaron del vehículo se desprendía un olor a flores de cementerio que seguramente la dama portaba en su cabello.
Lugar para visitar:
Con esta historia se me puso la piel de gallina, pero si tienes el valor puedes visitar el panteón municipal de San Luis Potosí y recorrer todas sus iglesias con sus increíbles construcciones.
Leyenda de Juan del jarro
Juan del Jarro era un hombre de pocos recursos, pero sin duda no era como todos, no por nada aún se sigue escuchando de él.
Se dice que era un limosnero muy humilde y que todo mundo lo tenía en consideración tanto ricos, como gente de la clase media o baja.
Pero no era sólo por su humildad, se dice que Juan podía ver el futuro, y a pesar de que muchos no confiaban en él y pensaban que los quería estafar, se terminó ganando a mucha gente que lo buscaba para eso.
Juan logró que lo invitaran a grandes cenas de personas adineradas y a casas muy humildes también. Todo era gracias a sus dones y porque mantenía entretenidos a los asistentes.
Todos le agarraron mucho cariño, porque era una persona honesta y carismática, se cuenta que en su muerte asistieron al funeral de todas las clases sociales sin importar.
Él llevaba siempre consigo una alfombra, un sombrero y un jarro de terracota; se dice que el jarro es el que le daba el poder de ver el futuro; es por eso que se le apodo “Juan del jarro”.
Obtuvo tanto cariño de los potosinos que se le hizo una estatua en su honor, la cual puedes visitar en el centro.
Leyendas de San Luis Potosí. Foto César Enrique Cerda
Conociendo distintas leyendas de San Luis Potosí
Cómo pudiste ver tienen leyendas totalmente diferentes; algunas son escalofriantes, otras tristes y otras sin duda te muestran el cambio que le puede dar a la vida la forma de ser de una persona como es el caso de Juan del Jarro.
Sigue conociendo más leyendas de los lugares que visites, verás que será una experiencia con sensaciones diferentes; no tengas pena de preguntarle a los lugareños cuáles son las leyendas más conocidas probablemente te adentrar en el mundo de las leyendas mexicanas.
Leyendas de San Luis Potosí. Foto Agenda SLP
Con información de MSN