El Teatro Alarcón ubicado en Abasolo #107 del Centro Histórico de San Luis Potosí, México, es uno de los recintos más importantes del país donde se desarrollaron grandes artes escénicas durante el siglo XIX y gran parte del siglo XX.
Fue construido entre los años 1825 y 1827 bajo el mando del arquitecto, grabador y pintor Francisco Eduardo Tresguerras, quien buscó con esta construcción romper los esquemas del estilo barroco novohispano de la época edificándolo así al estilo neoclásico.
Detrás de la enriquecedora y larga historia de este edificio se cuenta que el teatro alberga entre sus muros sucesos e historias paranormales.
Es hogar de espíritus que aún no han encontrado el eterno descanso, de personas que dejaron plasmados sus sentimientos y energía sobre el escenario durante más de un siglo, y que fallecieron en el lugar de una manera trágica. Entre muchos acontecimientos sin explicación se dice que en el teatro habitan seres de otro mundo entre los cuales hay algunos conocidos como «El pianista», «La novia» o «La tacones», un niño y «El gabardinas», siendo este último el más famoso de los 4.
«El gabardinas» es el ser más conocido de los 4 principales ya que es a quien más han visto personas que han trabajado o vivido en ese teatro por un largo periodo de tiempo y es considerado el fantasma más antiguo del lugar por su leyenda.
Cuenta la leyenda que varios años antes de haber sido edificado el Teatro Alarcón, el terreno donde se encuentra erecto el edificio se utilizaba para realizar eventos de apuestas tales como peleas de gallos. El terreno pertenecía a un hombre caracterizado por siempre usar una gabardina color negro que vivía de el dinero que ganaba al realizar dichos eventos y este tenía una amante.
Un día, aquel hombre de gabardina negra se enteró de que su amante lo engañaba con otra persona y devastado por la noticia no encontró otra salida que el suicidio. En aquel terreno se erguía un gran árbol (donde está actualmente la zona del escenario) en el cual fue encontrado el cuerpo del hombre colgado.
El cadáver del hombre de la gabardina fue enterrado justo a un lado del gran árbol donde se quitó la vida y tiempo después del trágico suceso, el terreno fue adquirido por Francisco Eduardo Tresguerras para construir el teatro.
Actualmente bajo el escenario del lado derecho casi al fondo se encuentra un cuadro pequeño de tierra con una cruz de madera sobre el suelo, se dice que ahí sigue enterrado el cuerpo del famoso «Gabardinas».
Según algunas personas que han tenido este tipo de experiencias en el teatro, dicen que el «Gabardinas» se aparece en forma de la silueta de un hombre totalmente negra donde se puede distinguir su gabardina y su sombrero. Nadie ha podido verle el rostro y generalmente se pasea por los corredores. Cuando hay una puesta en escena casi siempre se le ve en el tercer piso recargado en el barandal como si estuviera observando el espectáculo.
Otro de los relatos recopilados es que en el primer piso donde se encuentran los balcones, se encontró un hecho sin explicación lógica que trata acerca de que justo a la mitad del corredor principal para entrar a los balcones, de vez en cuando se desarrolla un olor a putrefacción a mitad de las funciones o presentaciones que se llevan a cabo en el momento. El lugar de los hechos fue examinado, se levantaron las tablas que forman el piso para ver si hallaban algo que diera una explicación lógica al olor tan desagradable y no se encontró nada.
El baño de mujeres que se encuentra en la planta baja del teatro está prácticamente clausurado entre varios factores, por el grado de acontecimientos paranormales que han sucedido en ese lugar, por ejemplo: el reflejo de criaturas en el espejo del baño, se cierran las puertas y se apagan las luces de la nada, se ha visto entrar y salir espectros del baño, etcétera.
También se dice que el teatro está conectado con las iglesias de San Luis Potosí mediante los túneles que se encuentran en el subterráneo de la ciudad. Se cuenta que la entrada al túnel está bajo el escenario cerca de la tumba del hombre de la gabardina donde tuvo que ser sellado. Dentro del túnel según testimonios, se habían encontrado algunos fetos probablemente de monjas que tuvieron que abortar en esas épocas.
Sin duda esta magnifica construcción ha sido testigo de todas las alegrías, lágrimas, tristezas, risas y tragedias que dejó alguna vez plasmado el público mexicano dentro de los muros que rodean este inmueble durante más de 1 siglo y medio.
Con información de: Metropoli de San Luis