Después de meses de sufrimiento, enclaustrada en el zoológico de Ciudad Juárez, en donde padeció el constante asedio de problemas de salud y desasosiego, la jirafa Benito, la más famosa de México, tuvo un final feliz: consiguió arribar a Africam Safari, parque de conservación de la vida silvestre en el que le espera una vida más digna con, incluso, la posibilidad de volverse una opción para reproducir la especie en el lugar.
La odisea del cuadrúpedo de cuatro años de edad no fue sencilla, de hecho, rozó el suplicio. Presa de la grilla política, la guerra sucia electoral y los jaloneos entre los gobiernos federal y local, se trató de la presión ciudadana, agrupada en el movimiento animalista ‘Salvemos a Benito’, la que logró el triunfo de rescatar al mamífero. La llave que pudo liberarlo de su jaula, en medio de escaramuzas entre la oposición y el oficialismo.
Después de un recorrido de 2 mil kilómetros por 10 estados con una duración de 30 horas, esta madrugada llegó la jirafa “Benito” a Africam Safari, su nuevo hogar.
— Grupo Fórmula (@Radio_Formula) January 23, 2024
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Tras haberse mudado de la ciudad fronteriza la noche del domingo -los aplausos y las lágrimas de despedida no se ausentaron- la jirafa se apersonó en su nueva morada la madrugada del martes, en el estado de Puebla, luego de un viaje de más de 24 horas en las que fue trasladada en una caja telescópica, con la capacidad de adaptarse a su fisionomía, a bordo de un tráiler donde, en todo momento, se monitoreó su salud con la ayuda de cámaras infrarrojas.
Benito no estuvo solo. Frank Carlos Camacho, director de Africam Safari e hijo del capitán Carlos Camacho, fundador del parque, lo acompañó junto a especialistas, elementos de la Guardia Nacional y hasta fans en su largo peregrinaje de 2 mil kilómetros a través del territorio nacional. Ahora el mamífero, perteneciente a la especie más alta que existe en el planeta, deberá pasar un periodo de adaptación, una cuarentena, con la finalidad de sumarse a su nueva familia: otras siete jirafas, entre ellas dos hembras, que habitan el sitio, ubicado a dos horas de distancia, unos 150 kilómetros, de la Ciudad de México.
¡Llegamos a Africam! 🦒✨
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Benito está muy bien, listo para poder ser revisado con todas las comodidades posibles.
Gracias a todos por su confianza y apoyo durante todo el camino. 🤍
¡Bienvenido Benito! 🏡 pic.twitter.com/UTegQU5wrr
Hubo un momento en el que el mamífero mexicano, pero de origen africano, se volvió uno de los ejes centrales de la política nacional: incluso se le utilizó, tanto por el PAN como por Morena, para la guerra sucia y de noticias falsas en el contexto de la renovación de la Presidencia de la República.
La historia de Benito, sin embargo, es una historia de tristeza y maltrato animal. Oriunda del zoológico Fiesta Zafari, de Culiacán, la jirafa fue donada al zoológico de Ciudad Juárez en abril del 2023, luego de la muerte de Modesto, ejemplar de la misma especie que habitó durante dos décadas ese recinto localizado en la localidad fronteriza.
El arribo de la jirafa más famosa de México a Chihuahua se concretó semanas después, el 4 de mayo de ese mismo año, dando inicio a 8 meses de calvario: las condiciones climáticas extremas de la región, que oscilan entre el calor abrasador y el frío gélido, azotaron al espécimen, no acostumbrado a esas inclemencias, que en la intemperie no tenía cómo protegerse del sol y las bajas temperaturas. Eran comunes las imágenes del animalito sufriendo y agachándose para hallar sombra y soportar la radiación solar.
Finalmente, tras jornadas de denuncias y campañas de activistas y ecologistas, que llegaron a oídos de la prensa internacional, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), último escalón burocrático que enfrentó el cuadrúpedo, dio su brazo a torcer en enero de 2024, al autorizar el traslado del mamífero a Africam Safari, parque de conservación con una historia de rescate de otros animales exóticos como elefantes y el águila real, emblema del escudo nacional, donde se ha logrado su reproducción.
Benito llegó a las 3:39 de la mañana de este martes a su nueva casa y el ambiente fue de fiesta: docenas de poblanos acompañaron, desde sus autos, el convoy de su flamante paisana.
Con 200 hectáreas de extensión, Africam Safari se ha tornado uno de los principales santuarios de protección de la vida silvestre en México. En sus praderas habitan leones, elefantes, rinocerontes y distintas especies de aves, reptiles y mamíferos provenientes de diversos continentes.
Es aquí donde se han logrado reproducir íconos nacionales como el lobo mexicano y el águila real, escudo de la nación. Su nuevo reto, en la actualidad, es ofrecerle una recuperación y mejor calidad de vida a Benito, cuya historia le ha dado la vuelta al orbe.
De acuerdo a la agencia estadounidense AP de noticias, Frank Carlos Camacho, director del sitio, señaló que el cuadrúpedo padece de parásitos y le lloran los ojos debido al clima extremo de Ciudad Juárez. Hoy, sin embargo, en su nueva morada le aguardan un cuidado especializado y una alimentación balanceada, así como mucho cariño, con el objetivo de garantizar su pronta adaptación, en un ambiente, el de Puebla, que posee una mayor similitud al del Serengueti y la sabana africana.
En su periodo de cuarentena, informó Africam Safari al momento de su arribo este martes, se le harán estudios de sangre, estudios de heces y se analizará su estado de ánimo. Asimismo, se revisará el comportamiento de las otras jirafas para poder integrarla poco a poco con el grupo.
El mamífero de cuatro años de edad convivirá con otros 7 ejemplares de su misma especie, incluidas dos hembras, con la posibilidad de volverse un semental. Benito pasó de sufrir el sol, el granizo y el frío a convertirse en un auténtico rockstar y la jirafa más famosa del norte al sur, de Alaska hasta la Patagonia.
Con información de: Radio Fórmula