La pandemia cambió los juguetes por los teléfonos inteligentes, dejó atrás la convivencia y la reemplazó por las tabletas, acabó con la inocencia y la convirtió en violencia y pornografía, ya se presentan los casos de menores que convirtieron sus dispositivos móviles en una plataforma lúdica, pero también de exposición a información inadecuada para su edad, al riesgo de “phising”, retos virales, “sexting”, la extorsión y a contenidos nocivos para su salud mental.
Una especialista, un funcionario público y padres de familia advierten de los riesgos de exponer a niñas y niños a información sin control de los padres, de hacer de los aparatos móviles la plataforma de juego antes que los juguetes físicos.
JUGUETES POR CELULARES
Acudir a consulta con el psicólogo es una señal directa de que la vida de un niño se ha transformado, hasta dejar de ser el que tradicionalmente juega con su mente y con su cuerpo de manera que se desarrolle mental y corporalmente en forma normal.
Natsucko Vitales Torres es psicóloga clínica de muy amplia experiencia, conferencista e investigadora, ella responde la pregunta: “¿A qué juegan los niños?”
La especialista advierte que los niños han dejado de jugar a lo que tradicionalmente jugaban generaciones anteriores, lo que, indicó, tiene muchas implicaciones, sobre todo porque encontraron una forma de jugar en sitios que frecuentemente no tienen el espacio de un patio o un jardín o ya no tienen la facilidad de poder andar corriendo en la calle o de treparse en la bicicleta o volar un cometa, jugar a las escondidas y a los juegos tradicionales que a otras generaciones les tocó vivir.
Precisa que esa falta de espacios y de medios para el desarrollo del juego y la capacidad intelectual, llevan a los niños dentro de casa a buscar la tecnología en la computadora, la tableta y el smartphone, a pesar del riesgo de exponerse desde los cinco años a pornografía y material explícito que va generando una adicción al material audiovisual.
Advierte que aún si los niños no estuvieran expuestos a la pornografía, su desarrollo cognitivo se ve muy afectado.
La generación postpandemia, o también llamada de los “pandemials”, señala la especialista, perdió muchas cosas. “Los niños empiezan a desarrollar muchos más trastornos de ansiedad que a lo mejor no se presentaran antes, pero ahora se presentan con más frecuencia y hay quienes tienen un efecto, pero nunca hacen ninguna intervención o en su caso no buscan ayuda, y obviamente a quienes no buscan ayuda les va a costar más tiempo”, señaló.
APRENDIENDO COMO JUGANDO
Leonardo es un niño de 5 años que desde pequeño pareciera ser que no vivió la pandemia tan cruda como muchos niños de su edad. Su mamá Amelia García y su papá Salvador Díaz Casillas, advierten de la necesidad de que los pequeños cuenten siempre con juguetes.
Si los niños tienen juguetes que desarrollen su imaginación, con toda seguridad pintan para hacer los mejores alumnos de escuela y grandes personas en la vida. Se les facilita más interrelacionarse, conviven más con sus hermanos, primos y amigos, y luego se convierten en líderes por contar con más habilidades que sus pares.
Ahora, Leo es uno de los niños más brillantes, y gracias a su familia le ha sido más llevadera la pandemia, aprendió sus primeras frases en inglés muy pequeño, e incluso en esa segunda lengua cuenta números del uno al 100 desde los tres años de edad, es un ejemplo a seguir para sus compañeritos y sigue el talento dando.
LAS REDES Y LA PANDEMIA
Juan Carlos Torres Cedillo, titular de la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado (SEGE) recordó que antes del uso de las plataformas y redes sociales, estaba prohibido que los docentes tuvieran contacto con los alumnos a través de redes de WhatsApp o en su caso de otro tipo de plataformas tales como Facebook, e incluso fue colocado en la normativa que estaba prohibido y sancionado.
Sin embargo, al llegar la pandemia, fue necesario derogar esas instrucciones normativas porque era necesario implementar planes para la educación a distancia y además en México fuimos de los países pioneros en implementar sistemas que incluyen por ejemplo el Google Classroom, y haya o no pandemia, las redes sociales dominan a las generaciones en todos los sentidos, pero más por las redes sociales que por el uso educativo de las plataformas.
Sin embargo, admitió que uno de los beneficios que dejó la pandemia fue utilizar los equipos para cuestiones educativas.
Para Torres Cedillo, el proceso educativo normal sí era diferente antes de las plataformas, porque antes los padres de familia explicaban las cosas a los niños antes de que aprendieran algo en la calle, que está fuera de su contexto y de su tiempo, y hoy incluso los docentes carecen de atención porque antes los docentes querían enseñar algo que fuera ley, y ahora los adolescentes verifican algo en internet y van pasos adelante de los docentes, sin verificar incluso si es bueno o malo lo que ven, si es adecuado o inadecuado e incluso si es lo formativo o no, y por eso han perdido interés.
Recordó que de parte de los maestros se han tenido que actualizar y preparar más para que los alumnos no tomen el control, sobre todo a partir de una abierta pérdida de disciplina y de valores y de respeto al maestro porque el docente pasa a un segundo plano cuando el que domina es el internet, tenga o no datos suficientes, que sean los correctos o que no sean solo distractores.
Torres Cedillo ha pedido al Congreso del Estado que creen legislación para regular las redes sociales, sobre todo en materia de uso para el desahogo de los famosos retos virales, que han hecho mucho daño en las escuelas, porque la edad de los niños desde primaria hasta secundaria y sobre todo en secundaria, es de mucha inquietud y sobre todo de poner en práctica todas las situaciones que se ven en internet, pero que son retos virales muy peligrosos.
Dijo que obviamente está pidiendo la regulación del sexting, y sobre todo el bullying cibernético que se da en estas edades.
¿LAS GENERACIONES PERDIDAS?
Poner a los niños a jugar bien no es cosa de juego. Experta, funcionario educativo y padre de familia advierten que es necesario regular los contenidos en las redes sociales, de plano prohibir el uso de teléfonos celulares en las escuelas, y obsequiar a los pequeños los juguetes que sirven para su desarrollo motriz e intelectual.
No hacerlo, provocará una brecha más grande de tiempo entre la recuperación de las generaciones perdidas y su vuelta a la normalidad, para propiciar mejores condiciones de desarrollo físico e intelectual.
No hacerlo, catalogará a los “pandemials” como la generación perdida.