Estados Unidos llegó a un acuerdo con el presunto autor intelectual del 11S, Khalid Sheikh Mohammed, y otros dos acusados, según el Departamento de Defensa.
Mohammed, a menudo conocido como KSM, fue capturado en Pakistán en 2003 por su presunta implicación en los atentados terroristas.
En 2008, Mohammed fue acusado de una lista de delitos que incluía conspiración, asesinato en violación del derecho de guerra, ataque a civiles, ataque a objetivos civiles, causar intencionadamente lesiones corporales graves, destrucción de bienes en violación del derecho de guerra, y terrorismo y apoyo material al terrorismo.
Estados Unidos había dicho que pediría la pena de muerte para Mohammed.
Walid Muhammad Salih Mubarak Bin ‘Attash y Mustafa Ahmed Adam al Hawsawi también llegaron a un acuerdo de culpabilidad, según el Pentágono. Ambos se declararon culpables de conspiración a cambio de cadena perpetua en lugar de pena de muerte, según The New York Times.
El acuerdo evita lo que habría sido un largo y complicado juicio por la pena de muerte contra Mohammed. Pero no está claro dónde Mohammed y sus coacusados cumplirán sus cadenas perpetuas.
“Éste es el acuerdo menos malo en el mundo real que jamás podría ocurrir”, dijo Peter Bergen, experto en terrorismo y analista de seguridad nacional de CNN que ha escrito extensamente sobre Osama bin Laden.
El gobierno se enfrentaba al difícil reto de hacer avanzar un caso que se había estancado en el transcurso de las dos décadas transcurridas desde la captura de Mohammed en 2003.
“Todavía estaban en audiencias previas al juicio”, dijo Bergen a CNN. “Conseguir algún tipo de acuerdo es mejor”.
El juicio militar contra Mohammed y sus presuntos cómplices se retrasó durante años mientras EE.UU. trataba de determinar cómo tratar la cuestión de las torturas utilizadas contra Mohammed y otras personas en prisiones secretas de la CIA en la década de 2000.
La cuestión planteaba a los fiscales un problema jurídico sobre si las pruebas obtenidas mediante tortura eran admisibles ante un tribunal.
Estaba previsto que el juicio comenzara el 11 de enero de 2021, pero los retrasos provocados por la dimisión de dos jueces y la pandemia de coronavirus volvieron a retrasar la fecha.
El gobierno de Biden ha dado prioridad al cierre del centro de detención de Guantánamo, en Cuba, donde han estado recluidos los acusados, repatriando a varios detenidos que ya no se consideraban amenazas significativas para la seguridad nacional. Pero decenas de detenidos permanecen aún en el centro.
Con información de CNN