Jueces de la Corte Penal Internacional (CPI) emitieron este jueves órdenes de arresto contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y su anterior ministro de Defensa Yoav Gallant.
También se emitió una orden de arresto contra Mohammed Deif, un comandante militar de Hamás, pese a que el ejército israelí afirmó que murió en un ataque aéreo en Gaza en julio.
Los jueces de la CPI dicen que encontraron evidencia “razonable” para afirmar que los tres son responsables de presuntos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad que habrían sido cometidos durante la guerra entre Israel y Hamás.
Tanto Israel como Hamás han rechazado las acusaciones.
Dependerá de los 124 estados miembros de la CPI -dentro de los que no se encuentran ni Israel ni Estados Unidos- decidir si ejecutan o no las órdenes.
El viaje más reciente de Netanyahu al extranjero fue el pasado julio a Estados Unidos. El año pasado visitó varios otros países, entre ellos Reino Unido.
La CPI es parte del sistema judicial internacional desde 2002 y está facultada para perseguir a los autores de crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y genocidio en el territorio de los Estados que han suscrito el Estatuto de Roma, por el que se fundó.
Aunque Israel nunca ha firmado el tratado y no reconoce la jurisdicción de la Corte Penal Internacional, esta resolvió en 2021 que sus competencias se extienden a la Cisjordania ocupada y Gaza porque el secretario general de Naciones Unidas aceptó la adhesión de los palestinos al Estatuto de Roma.
Según el corresponsal de seguridad de la BBC Frank Gradner, la emisión de las órdenes de detención “es un duro golpe para la posición internacional de Israel, para los dos individuos nombrados y, más específicamente, para los continuos esfuerzos israelíes por presentar su campaña militar en Gaza como una lucha entre las fuerzas del bien y del mal”.
“Los israelíes están consternados porque, a sus ojos, el mundo parece haber olvidado o pasado por alto las atrocidades cometidas por Hamás el 7 de octubre del año pasado”, señala Gardner.
“Los palestinos, especialmente los habitantes de Gaza, se sienten justificados por el hecho de que un organismo internacional con cierto peso se ha hecho eco de sus acusaciones de crímenes de guerra israelíes”, indica nuestro corresponsal.
Los eventos del 7 de octubre
En mayo, el fiscal de la CPI, Karim Khan, solicitó órdenes de captura contra Netanyahu, Gallant, Deif y otros dos dirigentes de Hamás que han sido eliminados desde entonces: Ismail Haniya y Yahya Sinwar.
Aunque Israel aseguró que Deif también murió, el tribunal alega que no se ha podido confirmar su muerte.
La acusación del fiscal está ligada a los acontecimientos del 7 de octubre de 2023, cuando hombres armados de Hamás atacaron el sur de Israel, matando a unas 1.200 personas y tomando a otras 251 como rehenes.
Israel respondió al ataque lanzando una campaña militar para erradicar a Hamás, durante la cual al menos 44.000 personas han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud del territorio.
Khan acusó a los líderes de Hamás de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, incluidos exterminio, asesinato, toma de rehenes, violación y tortura.
Sobre Netanyahu y Gallant, a quien el primer ministro relevó de su cargo de ministro de Defensa este mes en medio de diferencias entre ambos, la investigación cree que los dos incurrieron en “responsabilidad penal” como coautores de crímenes de guerra.
Netanyahu y Gallant serían responsables de actos como el uso del hambre como arma de guerra, asesinato, persecución y otros “actos inhumanos”.
El tribunal cree que ambos son responsables como “superiores civiles del crimen de guerra de dirigir intencionadamente un ataque contra la población civil”.
Las acusaciones
Según la CPI, la sala “encontró motivos razonables para creer” que Deif era “responsable de los crímenes contra la humanidad de asesinato, exterminio, tortura, violación y otras formas de violencia sexual”.
También lo acusan de los crímenes de guerra de asesinato, tratos crueles, tortura, toma de rehenes, atentados contra la dignidad personal y violación, y otras formas de violencia sexual.
Asimismo, la CPI afirmó que tenía motivos para creer que dichos crímenes contra la humanidad formaban “parte de un ataque generalizado y sistemático dirigido por Hamás y otros grupos armados contra la población civil de Israel”.
Para los dirigentes israelíes, las acusaciones incluyen ataques deliberados contra civiles y el uso del hambre como arma de guerra, además de exterminio y asesinato.
“Cada uno de ellos tiene responsabilidad penal como superiores civiles por el crimen de guerra de dirigir intencionalmente un ataque contra la población civil”, aseguró la CPI.
Las reacciones
La oficina del primer ministro israelí dijo que “rechaza totalmente las acusaciones falsas y absurdas de la Corte Penal Internacional”.
Además, tildó la decisión de la CPI como antisemita y “un moderno juicio Dreyfus” que “terminaría de la misma manera”, en referencia a la condena injusta de un oficial del ejército judío por falsos cargos de traición en la Francia del siglo XIX.
“El primer ministro, Benjamín Netanyahu, no cederá a las presiones y seguirá persiguiendo todos los objetivos que Israel se ha propuesto alcanzar en su justa guerra contra Hamás y el eje terrorista iraní”, añadió.
No hubo reacción inmediata de Gallant, pero en mayo rechazó enérgicamente las solicitudes de orden de arresto del fiscal de la CPI.
El presidente israelí, Isaac Herzog, calificó de “escandalosa” la decisión de la cámara y dijo que la CPI había “convertido la justicia universal en un hazmerreír universal”.
“La decisión ha elegido el lado del terror y el mal por sobre la democracia y la libertad, y ha convertido el propio sistema de justicia en un escudo humano para los crímenes de Hamás contra la humanidad”, añadió.
Hamás acogió con satisfacción las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant y afirmó que “constituyen un precedente histórico importante y una corrección a un largo camino de injusticia histórica contra nuestro pueblo”.
También pidió a los países de todo el mundo que hicieran cumplir las órdenes y trabajaran para detener lo que llamó “los crímenes de genocidio contra civiles indefensos en la Franja de Gaza”.
Israel ha negado vehementemente que sus fuerzas estén cometiendo genocidio contra los palestinos en Gaza.
Con información de BBC News.