Tras una audiencia de más de cinco horas, el juez Francisco Salazar Silva absolvió a Diego “N”, el joven de 19 años acusado de alterar con inteligencia artificial miles de fotos de estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN), para fines sexuales.
La resolución del juez corresponde a los casos de dos de las ocho víctimas que denunciaron por violencia sexual digital a Diego “N”.
Por ello, el señalado permanecerá bajo la medida cautelar de prisión preventiva, debido a su presunta responsabilidad en el delito de pornografía infantil, relacionado con otra de las carpetas de investigación.
A pesar de que la sentencia condenatoria contra Diego “N” pudo haber sentado un precedente a nivel Latinoamérica sobre la penalización a delitos de violencia sexual digital, la autoridad judicial determinó que no había elementos suficientes para demostrar que el mencionado alteró las fotografías con inteligencia artificial, pues no hubo un testigo que pudiera acreditar su responsabilidad.
Presentarán apelación
Al informar que el juez no otorgó un fallo condenatorio, la abogada de las víctimas, Valeria Martínez, advirtió que presentarán una apelación. Además, recordó que el próximo lunes se celebrará otra audiencia de vinculación a proceso, por el caso de una de las otras seis demandantes.
En conferencia, la representante legal explicó: “La sentencia es absolutoria para el día de hoy, no es declarado inocente, únicamente no se le pudo comprobar la responsabilidad. El juez advierte que si existe un delito, que incluso las víctimas tienen consecuencias, resienten el delito”.
Dijo que existen elementos suficientes para comprobar la existencia de un delito: “No obstante, no se le pudo, según el juez Francisco, determinar la responsabilidad de Diego, pero el delito existe”.
Antes de la audiencia, en entrevista con Proceso, compartió que esperaban una sentencia condenatoria de 24 años de prisión, es decir, 12 años por cada una de las dos víctimas.
Aun con una sonrisa en la cara, habló sobre el peso que pudo haber tenido la sentencia: “En América no existe una sentencia por este tipo de delitos, incluso hay países en Latinoamérica que todavía no condenan el uso de inteligencia artificial para desnudar (…) mostraría cómo se debe de investigar este tipo de delitos, pero además, cómo se deben sancionar”.
Colectivas envían mensaje al juez
Se trata de uno de los casos más mediáticos sobre violencia digital que se ha registrado en la capital y el país. El pasado 6 de octubre de 2023, en las instalaciones de la casa de estudio mencionada, un grupo de alumnas descubrió que el presunto responsable tenía en su posesión una tableta electrónica que contenía miles de fotografías de compañeras y otras mujeres manipuladas con IA para hacer contenido sexual.
Este miércoles, frente al Reclusorio Preventivo Varonil Oriente —-donde se celebró la audiencia-—, las colectivas feministas que acompañaron a las víctimas enviaron un mensaje al juez: “Tuvo la oportunidad de hacer historia, de enviar un mensaje claro contra la violencia digital y la desperdicio”.
Sin contemplaciones, sentenciaron que Salazar Silva se convirtió en un cómplice de quienes lucran con la dignidad de las mujeres y le advirtieron: “Nosotras no olvidamos y nuestra historia tampoco. Este caso no termina aquí, vamos a seguir luchando”.
Los colectivos estuvieron presentes desde las 11:00 hasta las 22:00 horas. Al inicio, mostraron expectativas positivas, amenizaron el tiempo con la música en vivo de las “Musas Sonideras”, entonaron la porra del IPN y realizaron un festival cultural.
Por la mañana, al grito de “¡No están solas!”, una representante del colectivo Ley Olimpia LATAM, Mar Grecia, leyó un texto escritó por las ocho víctimas denunciantes:
“Diego N tomó nuestras fotografías, las manipuló con inteligencia artificial, nos desnudó y explotó sexualmente nuestra imagen, somos ocho las que denunciamos, pero éramos cientas las que estábamos en esa iPad, vulneradas en nuestra intimidad”.
Las víctimas llegaron a las 13:30 horas, cuidaron su identidad con un pañuelo y lentes oscuros. Para ingresar al reclusorio, fueron escoltadas por más de un centenar de mujeres de diferentes edades.
“Nos quieren cansar, pero no”
La audiencia comenzó alrededor de las 16:20 horas. Mientras esperaban, las asistentes comentaban con entusiasmo que el 27 de noviembre, en la audiencia anterior, el abogado del acusado no presentó pruebas a su favor. Decían que no querían “cantar victoria antes de tiempo”, pero se mostraban seguras de obtener una sentencia condenatoria para celebrar.
Hubo alumnos y alumnas de la Vocacional 8, del IPN, de la Escuela Superior de Comercio y Administración Unidad (ESCA) Santo Tomás. Con pañuelos morados alrededor del cuello, bailaron cumbias rebajadas y corearon consignas: “¡Alerta, alerta, alerta que camina, la lucha feminista por América Latina!”.
Después de unas horas, una de las voceras tomó la palabra: “Van a dar las siete de la noche y no tenemos una sentencia para ese agresor, ya está oscureciendo, nos quieren cansar, pero no”.
A las 19:30 horas ya se había retirado más de la mitad del grupo, pero al menos 30 mujeres se mantenían firmes en el acompañamiento y gritaban: “¡No les vamos a ceder ni un poquito de calle!”.
A las 21:45, Valeria Martínez informó la decisión del juez a los que permanecían esperando la resolución en la calle. Las víctimas se arroparon en un abrazo grupal y una joven tomó un megáfono para decir con lágrimas en los ojos: “Nosotras no aceptamos este mensaje”.
Quienes regresaron a casa conformes con la decisión del juez fueron los integrantes del Colectivo Nacional No Más Presos Inocentes, que estaba manifestándose a pocos metros de los colectivos feministas, con el resguardo de elementos de seguridad privada. Los integrantes de este colectivo se negaron a dar entrevistas a este medio.
Con información de Proceso.