Diego, un niño de 11 años que cursaba el sexto grado de primaria, había ganado un premio en un concurso de dibujo con la temática de la paz. Su vida fue truncada unas horas después de recibir el galardón, al ser alcanzado por una bala perdida en Yautepec, Morelos.
El lunes pasado, Diego salió con su madre y una prima a comprar tortillas cuando escucharon disparos cerca de ellos. Su madre relató: “Todo pasó en cuestión de minutos. Les grité que se aventaran al suelo, y mientras lo hacíamos, sentí que él venía detrás de mí. Al voltear, vi que ya tenía un impacto de bala”.
La bala estaba dirigida a un hombre que fue atacado a pocos metros y murió en el lugar. Diego, aunque aún presentaba signos vitales, no recibió atención médica oportuna. Según una tía del menor, los paramédicos se negaron a trasladarlo, afirmando que estaba a punto de morir.
Familiares, compañeros de escuela y amigos despidieron a Diego este miércoles. Durante la noche y madrugada, su hogar estuvo rodeado de flores blancas y de los seres queridos que lo velaron. Por la mañana, el cortejo fúnebre partió hacia la escuela primaria Miguel Hidalgo, donde se le rindió un homenaje.
Arturo Morales, padre del menor, encabezó la caravana con el corazón roto. Entre lágrimas, recordó la emoción de Diego por recibir su premio. Durante el homenaje, una lona que acompañaba al contingente expresaba la exigencia de justicia:
“No queremos más partidos políticos. Ya basta de besos y abrazos a los delincuentes. Hoy fue mi hijo de 11 años; mañana pueden ser ustedes. Queremos justicia”.
En la escuela, los niños fueron convocados a la explanada, donde, con globos en mano, despidieron a su compañero. En el kiosco cercano, se improvisó un espacio donde los asistentes exigieron justicia.
El homenaje concluyó con una visita al museo municipal, que albergaba los dibujos participantes del concurso. La obra de Diego mostraba a un niño recibiendo atención médica en un consultorio, con la leyenda: “Tengo derecho a la salud y a recibir atención oportuna”.
La familia no pudo evitar la amarga ironía del mensaje, pues Diego no recibió la atención que retrató en su dibujo. Aunque la exposición ya había terminado, el museo entregó el dibujo al padre del menor.
El cuerpo de Diego fue llevado al panteón municipal, donde fue sepultado. La comunidad de Yautepec expresó su consternación por los niveles de violencia que han cobrado la vida de inocentes.
El municipio, ahora gobernado por Eder Alonso Gutiérrez, se encuentra entre los más violentos de Morelos. Desde que asumió el cargo en noviembre, se han registrado más de 200 asesinatos en la entidad bajo la administración estatal de Margarita González Sarabia.
Familiares y vecinos de Diego exigen justicia y un alto a la violencia, mientras se enfrentan al vacío que deja la partida de un niño lleno de sueños y talento.
Con información de La Silla Rota.