Si se compra el pavo con mucha anticipación, es muy importante mantenerlo en congelación y evitar que rompa la cadena de frío, lo que podría hacer que se descomponga.
A pocos días de que se celebre la Navidad, miles de familias ya han planeado los platillos que ese día degustarán, como romeritos, bacalao, ensalada de manzana, buñuelos o bien pozoles y tamalitos. Sin embargo, es sabido que el pavo es una de las recetas principales en estas fechas, por lo que no puede faltar.
Así, en los supermercados es posible encontrar este producto en diferentes marcas, tamaños y precios, por lo que las opciones son variadas. Además, la mayoría viene ya sea congelado o ahumado, según la preferencia de los consumidores, quienes se toman el tiempo necesario para elegir el que más se ajuste a su presupuesto.
Sin embargo, al venir congelado y empaquetado, es difícil saber la calidad de este producto alimenticio. Por lo tanto, la calidad de la carne solo podrá saberse hasta el momento en el que se descongele y se prepare, ya sea con hierbas finas, o relleno de carne, verdura e incluso frutas.
Estos debes tomar en cuenta para saber si el pavo está en buen estado
Es por eso que los expertos se han dado a la tarea de enumerar una serie de características que los consumidores deben tomar en cuenta para reconocer si el pavo está echado a perder y es adecuado para su consumo.
- Olor: Esta es una de las principales características, pues, al igual que otros productos de origen animal, el olor delatará si la carne se encuentra en mal estado. Al descongelarse, el pavo debe tener un olor fresco y poco intenso. Si es fuerte, es mejor desecharlo.
- Textura: La textura debe sentirse tersa y firme; de lo contrario, será pegajosa y viscosa, lo cual indica que es tiempo de decirle adiós.
- Color: Es importante revisar si el pavo presenta algún tipo de desvanecimiento u oscurecimiento, lo que podría indicar que está echado a perder, y será mejor no consumirlo.
Si se compra el pavo con mucha anticipación, es muy importante mantenerlo en congelación y evitar que rompa la cadena de frío, lo que podría hacer que se descomponga. Además, una vez relleno y preparado, debe cocerse a 160 °C durante 2 a 4 horas, dependiendo del tamaño.
Con Información de Excelsior.