El pianista mexicano se presentará en el Teatro de la Ciudad de Monterrey el 13 y 1 4 de febrero y en la Sala Nezahualcóyotl, en la UNAM, el 22 y 23 de marzo
Inundado por el espíritu y la sonoridad de Ludwig van Beethoven, el pianista Jorge Federico Osorio volverá a México para interpretará los cinco conciertos para piano, del compositor alemán, los días 13 y 14 de febrero, en el Teatro de la Ciudad, en Monterrey; y el Triple concierto, del mismo compositor, el 22 y 23 de marzo, en la Sala Nezahualcóyotl, en la UNAM.
“Beethoven siempre es profundo, optimista y conmovedor. Además, él siempre quiso que su mensaje (sonoro) fuera directo, así que cada que lo interpreto hay algo especial, como un viaje, y, además, haría hincapié en que los movimientos lentos y conmovedores que escribió en su juventud son igual de profundos que cuando llegó al final de su vida, es decir, mantuvo la semilla de la profundidad y el mensaje directo al alma que tanto le importó”, dice a Excélsior el instrumentista que actualmente reside en Chicago.
¿Cómo lograr que la música de Beethoven mantenga la frescura de su tiempo? “Eso es lo maravilloso de la música. Yo no le podría explicar con tanta claridad qué es lo que sucede, pero uno profundiza y, en mi caso, lo que me importa es que el mensaje siempre sea espontáneo, directo y emotivo.
“Sobre eso, el maestro Rudolf Serkin explicaba que siempre hay que escarbar dentro de las obras, pues uno nunca llegará al final del descubrimiento, porque siempre hay algo más en el fondo. Y es cierto, Beethoven siempre es contemporáneo y cuando la gente lo escucha, la energía que emana y el optimismo que proviene de su música es extraordinario”, describe vía telefónica.
¿Cómo es la preparación de un repertorio que tantas veces ha tocado? “Siempre es distinto y déjeme ponerle un ejemplo: acabo de tocar en el Kennedy Center el Tercer concierto para piano, de Beethoven. Eso fue la semana pasada. Pero ahora que vuelvo a la partitura encuentro pequeños detalles que pueden hacer una diferencia.
“Pero no se trata de estudiar la partitura para que el músico se sienta cómodo, sino para descubrir algo más y profundizar en el mensaje de la partitura y de las ideas que hay detrás de las notas, es como leer entre líneas y, al momento del concierto, uno se olvida de todo y el mensaje se vuelve fresco, espontáneo”, asegura.
¿A usted le interesa familiarizarse con la biografía de los compositores? “Por supuesto, siempre es interesante descubrir aspectos personales de los músicos, por ejemplo, en sus cartas y en las opiniones de quienes escucharon a Beethoven, a Chopin y a Liszt.
“Aunque siempre regreso a la partitura, porque creo que ahí están todas las respuestas. Sí, tenemos anécdotas y sabemos en qué condiciones Chopin escribió sus preludios en Mallorca y todo eso es interesante, pero al final todo está en la música y ahí es donde es donde tenemos que buscar”, advierte.
¿Qué imagen tienen en mente de Beethoven? “Él siempre estaba buscando cosas nuevas, fue un revolucionario y tenemos la imagen de un Beethoven que camina, quizá encontrando sus ideas, y eso me inspira a pensar que todo estaba dentro de él y que luego trabajaba muchísimo.
“En cierta manera, a él le costaba un poco más de trabajo (componer), porque no era como Mozart, quien todo lo desparramaba perfecto. Sin embargo, cada compositor tiene su proceso, sus ideas y va evolucionando”, plantea.
Para terminar, Osorio expresa su emoción por ser el primero en tocar los cinco conciertos para piano y orquesta de Ludwig van Beethoven en Monterrey, acompañado de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Nuevo León (Osunal), bajo la batuta de Eduardo Díazmuñoz, divididos en dos partes, el jueves 13 y 14 de febrero, a las 20:00 horas, en el Teatro de la Ciudad.
“Este ciclo ya lo he hecho antes en Tenerife, Galicia, con las sinfónicas de Chicago y Atlanta; y en la Ciudad de México varias veces con la Sinfónica Nacional, la Filarmónica de la Ciudad y la Sinfónica de Xalapa”, detalla.
Y para marzo 22 y 23, adelanta, vendrá a la CDMX para tocar el Triple concierto en do mayor, de Beethoven, compuesto entre 1803 y 1804, y cuya obra desafió las convenciones de la época ya que incluye tres solistas: violín, violonchelo y piano.
“Este recital lo daré con mis amigos Richard Markson (chelista) y Mayumi Fujikawa (violinista), donde también incluiremos uno de los tríos más importantes y maravillosos de Beethoven: el Trío Archiduque, apunta.
Con Información de Excelsior.