Leo Zuckermann
Claudia Sheinbaum, a diferencia de sus antecesores, tiene el poder que se necesita para lograr el apoyo de los sindicatos. No se trata de pelearse con ellos, sino de incorporarlos a un proceso de cambio
Recapitulo los principales argumentos de mis dos últimos artículos. Primero, Estados Unidos ha dejado de ser un socio confiable para México. Ergo, nuestro país tiene que buscar un nuevo modelo de desarrollo económico que vaya más allá de la integración comercial con el vecino del norte. Este asunto debe debatirse de inmediato, pero, lo que es un hecho es que, si México quiere superar la “trampa de los países de renta media”, debe apostarle fuertemente a la educación. Esto con el objetivo de elevar la productividad de sus trabajadores y el número de científicos que innoven e inventen nuevas tecnologías.
- Si tuviera que resumir, y parafraseando a Bill Clinton, diría: “Es la educación, estúpido”.
El problema es que este tema ha desaparecido de la agenda pública.
Parece que a nadie le importa la educación.
Ni al gobierno ni a los maestros ni a los padres de familia ni a los empresarios ni a los medios de comunicación.
¿De verdad estamos tan contentos con lo que tenemos?
Yo no.
Con Información de Excelsior.